REGOCÍJENSE

El llamado al regocijo:

Vengan, cautivos llenos de esperanza.
Miren a su Dios quien viene en humildad montado en un asno,
monta victorioso, quiebra las armas de guerra.
Al reunirnos para orar hoy,
permite que te veamos en tu poder, que nos regocijemos en tu esplendor. Y que vivamos conforme a la relación de pacto que guardas con nosotros.

La necesidad de regocijarse:

En 9:9 hay un llamado al pueblo a ¡alegrarse y gritar! ¡Dios viene en victoria!

Pero esta no es la figura de un dictador, sino de un rey humilde que monta un asno. Dios ha llegado y las armas de guerra no existirán más(9:10).

Los últimos capítulos del libro nos ofrecen un complejo retrato de nuestra realidad presente y el futuro que Dios nos tiene preparado. La desobediencia, el rechazo y el lamento abundan en las naciones que han rechazado a Dios(12:10-14). Pero Dios es fiel a su pacto con su pueblo y obrará restauración completa. El capítulo 14, versículo 9 dice que llegará el día en el que Dios reinará sobre toda la tierra. ‘En aquel día el Señor será el único Dios, y su nombre será el único nombre’.

Una oración por el regocijo:

• La opresión, la injusticia y la guerra – que Dios traiga paz.
• Lean 9:14-17 y usen las palabras para orar por los niños y jóvenes entre quienes ministran.
• 10:6-7 ofrece un retrato de comunidades renovadas, en las que los niños crecen y prosperan en la fe. Regocíjense juntos por los niños y jóvenes cuya vida ha sido transformada por las Buenas Nuevas de Jesús. Aprovechen esta ocasión para orar por los movimientos que trabajan con niños y jóvenes desplazados – pidan que las Buenas Nuevas les ayuden no solo a sobrevivir, sino a florecer.
• Oren por la UB como movimiento global; pida que vivamos el ser ‘cautivos de la esperanza’ de tal manera que la gente se vea atraída a Dios y a su Reino.