Nacer De Nuevo, Crecer ConstanteMuestra

Un llamado a transformar

Jesús no pasó desapercibido por el mundo, su trayecto marcó y aún continúa marcando millones de vidas, cuando se genera un cambio en ti, no se trata de ti, se trata de aquellos a quienes vas a impactar con ese cambio, de aquellos a quienes vas a bendecir; porque lo que Dios pone en tus manos y dentro de ti, no lo pone para tu deleite, sino, para multiplicación.

Tus dones no te pertenecen, le pertenecen a aquellos que tienen necesidad de un milagro, tus talentos no te pertenecen, son de los que necesitan ser restaurados y bendecidos por medio de ti, deja que el Espíritu Santo haga su obra en tu vida para que esa obra sea manifestada en tu entorno, en tu familia, tu trabajo, tu congregación y en todo lugar donde Dios te permita llegar.

Lo que Dios hace en ti es con el propósito de que tú, des por gracia, lo que por gracia recibiste, si fuiste perdonado(a), perdona, si fuiste sanado(a), ora por la sanidad de otros, si Dios te proveyó, bendice a otros con lo que tienes; todo cuanto has recibido, úsalo para otros, no lo dejes guardado solo para ti, porque solo dando recibirás más.

Nútrete de la Palabra de Dios para que puedas enseñar a otros la palabra de vida que puede transformar al alma más perdida, llénate de fe para que puedas inyectar fe a quienes dan todo por perdido, déjate sanar desde adentro para que puedas ser el instrumento para sanar a otros cuyas almas están cautivas por el rencor, el dolor y la amargura.

No te enfoques en lo que recibes, sino, en qué puedes hacer con lo que has recibido en favor de aquellos que aún necesitar conocer el camino, la verdad y la vida, que es Cristo Jesús.