Amor, un fruto del espírituEjemplo

Amor -vs- Vanidad Espiritual

Historia Bíblica: David elegido como rey (1 Samuel 16:1-13).

Versículo temático: 1 Corintios 13:4-7

En esta última estudio acerca del AMOR como Fruto del Espíritu, vamos a ver varios talentos o habilidades que pueden robar nuestro enfoque y causar que tengamos vanidad espiritual. Sabemos que el amor es importante en nuestra vida espiritual, pero a menudo podemos pensar que la fe es más importante. Tal vez vemos orar o adorar, asistir a la iglesia o la predica elocuente como cosas que son más importantes que el amor. ¿Qué piensas tú acerca de dar? ¿Es más importante que el amor? La verdad es que todas estas cosas espirituales son buenas, pero no son tan importantes como el AMOR. 1ra de Corintios capítulo 13 menciona estas cosas espirituales: hablar con elocuencia, profetizar, la fe, y el sacrificio, pero dice que no se pueden comparar con el amor. ¡El AMOR es más importante!

A menudo nos impresionamos con talentos y habilidades. Sin embargo, la verdad es que si alguien tiene una voz angélica, pero no muestra el amor en su vida diaria, para Dios su voz es como un címbalo que resuena. No hay belleza en las capacidades u otras prácticas espirituales cuando no se tiene amor.

En la historia bíblica de hoy, Dios envió al profeta Samuel a Belén para elegir un nuevo rey. Cuando llegó, el pueblo entero se estremeció con temor de este gran hombre de Dios. Él oró por el pueblo, y eligió la familia de Isaí. Cuando la familia de Isaí llegó, Samuel vio al hijo primogénito Eliab y pensó: " ¡Este debe ser el nuevo rey que Dios quiere!". Sin embargo, Dios dijo ¡NO! "No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón" (1 Samuel 16: 7).

La vanidad es enorgullecerse de la apariencia externa de uno, incluso cuando mostramos algo espiritual en el exterior, en lugar de dar atención a lo que está dentro del corazón. Samuel siguió mirando a todos los hijos de Isaí hasta que finalmente trajeron al más joven que había estado cuidando las ovejas en el campo. David era el más joven de los hermanos y el que menos esperaban que pudiera ser el próximo rey. Sin embargo, este fue a quien Dios escogió.

Nuestro amor a los talentos y habilidades puede distraernos de lo que Dios realmente quiere. Podemos pasar tiempo orando y cantando, adorando y dando, pero si todo el tiempo no estamos mostrando amor, Dios no estará complacido. Podemos terminar siendo vanidosos espiritualmente. Esta es una lección difícil, porque la alabanza a Dios no es un pecado. Sacrificarse o dar a los pobres no es un pecado. La predicación como vía para cambiar los corazones de la gente no es un pecado.

Sin embargo, Dios dice que estas cosas en realidad no sirven de nada si no tenemos amor. Entonces, ¿en qué deberíamos estar enfocados en lugar de orar, predicar y cantar? Lee 1ra Corintios 13: 4-7. Centrémonos en el AMOR.

Preguntas:

1. ¿Qué hay de malo en ser el mejor?

2. ¿A qué se parece la vanidad espiritual?

3. ¿A Dios le gusta usar personas fuertes o personas débiles?

Aplicación a la vida:

Pregúntale a Dios si hay alguna práctica spiritual que deberías de detener, mientras mueves tu atención hacia el AMOR. Haz más acciones esta semana para demostrar amor: no presumas, haz lo que es mejor para los demás y no para ti, y no hagas responsable a las personas por los errores que ellos cometan.

¿Quieres más?

Este plan está tomado del material para niños escrito por Kristina Krauss de Equip & Grow. ¡Disfruta de este plan en casa y luego haz el material completo en la iglesia con libros, juegos, manualidades, canciones, decoraciones y más para los niños!

https://www.losninoscuentan.com/campeones/productos.php