Como Cristianos… Ayudamos A La Gente… A Ir Al CieloMuestra

Como cristianos... ayudamos a la gente... a ir al cielo

¿Qué debemos hacer tú y yo después de establecer una relación con Dios por medio de Cristo, comenzar a crecer en Él, y, anclados en Cristo, vivir vidas de impacto? ¿Cuál es la meta o propósito de estos tres aspectos de la voluntad de Dios? ¿Es solo «subir de nivel» a los menos afortunados mediante acciones de servicio? Con toda seguridad, Cristo no dio su vida para que podamos «darle hogar al mundo y llenarlo de amor» como decía Coca-Cola. Tiene que haber más que eso. Muchas organizaciones bien intencionadas hacen maravillas en nombre de la bondad o de la justicia social. Pero los cristianos lo hacen en el nombre de Jesús.

Una vez escuché al pastor Ken Whitten, decir una frase que cambió mi forma de pensar. Dijo: «La meta de la Biblia no es hacer de la Tierra un mejor lugar del cual irse al infierno». ¿Qué dijo? Déjenme escucharlo de nuevo. «La meta de la Biblia no es hacer de la Tierra un mejor lugar del cual irse al infierno». Esta afirmación no minimiza las buenas obras ni desalienta a los que quisieran buscar una mejor sociedad por medio de la bondad o actos de servicio. Simplemente implica que la eternidad es de suprema importancia, y que nuestro objetivo primario debería ser asegurarnos de que nos mantengamos concentrados en la eternidad. En el evangelio de Mateo, Jesús dijo: «Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que está en los cielos» (Mateo 5:16).

En otras palabras, todo el bien terrenal que podamos hacer debe tener una motivación y una perspectiva celestial; debería ser más que solo satisfacer una necesidad social o física. Los cristianos deberíamos definitivamente buscar satisfacer las necesidades físicas de los pobres, pero no termina allí. Damos un vaso de agua, pero lo damos en el nombre de Jesús; lo que significa que es por su causa y propósito. El agua fría es una herramienta temporal para abrir el corazón a una verdad eterna. Nuestra vida debería tratarse de compartir las buenas noticias de una relación con Jesucristo, porque la eternidad sin Él es una condena terrible y permanente. Esta es nuestra declaración de impacto: como cristianos... ayudamos a la gente... a ir al cielo.

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