Autocontrol, un Fruto del EspírituMuestra

Templanza vs Mentiras

Historia Bíblica: Jacob le roba la bendición Génesis 27:1-36

Versículo Temático: Proverbios 26:28

Nuestro partido esta semana es la templanza contra las mentiras. Lamentablemente, todos hemos luchado con mentiras en algún momento de nuestras vidas. Dios quiere que seamos honestos y sinceros con él, con nosotros y con los demás. Muchas veces le mentimos a nuestros padres o maestros de escuela porque queremos evitar el castigo por nuestras acciones. Tal vez fuimos sorprendidos haciendo trampas o jugando en el camino a casa desde la escuela. No queremos ser castigados, por lo que contamos una historia que no es cierta, de modo que no nos metamos en problemas.

Hoy en la historia bíblica, Jacob le mintió a su papá, con el fin de robar la bendición de su hermano. Su papá fue envejeciendo, y quería transmitir la bendición tradicional antes de morir. En ese momento, Isaac no podía ver bien. Llamó a su hijo mayor Esaú, y le pidio ir de caza y prepararle una comida estupenda, porque le había llegado el momento de pasar la herencia de la bendición.

Rebeca estaba escuchando a su esposo. Le gustaba su hijo Jacob más que Esaú. Así que planeó con Jacob mentirle a Isaac, a fin de robar la bendición de Esaú. Jacob agarró rápidamente dos cabras, las mató, y se las entregó a su madre para que preparará una comida fabulosa.

Esaú era un hombre con mucho pelo en su piel, y Jacob de piel lisa, cubrieron los brazos y cuello de Jacob con piel de cabra, con el fin de parecerse a Esaú. Recuerda que su padre, Isaac no podía ver bien ya. Así que él sólo tocó los brazos de Jacob, y cuando sintió el brazo peludo, asumió que era Esaú. Jacob también llevaba ropa de Esaú para poder oler como su hermano. La mentira funcionó, e Isaac creía que estaba hablando con su hijo mayor, Esaú. Sin embargo, después de que todo había terminado, Esaú estaba tan enojado con Jacob, que comenzó a hacer planes para matarlo. Jacob tuvo que huir de su hogar, e irse a vivir con su tío muy lejos de casa. ¡Él no pudo volver a casa por años!

La verdad es que siempre habrá problemas que tenemos por delante si empezamos a mentir. Muchos de nosotros seremos tentados a mentirle a nuestros padres, maestros y otras autoridades, o incluso a Dios. Pero Dios puede ver todas las cosas. Él sabe cuando estamos mintiendo y cuando estamos diciendo la verdad. ¿Vas a usar la templanza en tu vida, y dirás la verdad?

Perguntas:

1. ¿Realmente tenemos que ser honestos todo el tiempo?

2. ¿Ser justo es lo que importa?

3. ¿Qué problemas has visto por culpa de las mentiras?

Aplicación a la vida:

Todos mienten, aunque sea sólo un poco. Recuerdas una mentira que hayas dicho este año. Ve hacia esa persona, y dile la verdad, y pide disculpas por mentir.