Sé fiel en lo poco

Para analizar cómo trabaja Dios en sus propósitos, vamos a utilizar una historia que no es tan común, podría hablarte de José o quizás de David, pero en esta ocasión estudiaremos la historia de Saúl, el primer rey de Israel.

¿Cómo funciona el propósito de Dios?

Aunque quisiéramos que baje un ángel y nos dé un libro en la mano en el cual estén todas las indicaciones, no suele suceder así. Lo que sí suele suceder es que Dios va guiando nuestro camino con pequeños asuntos, hasta acercarnos a grandes asuntos. En otras palabras, Dios utiliza situaciones naturales para acercarnos a las sobrenaturales.

¿Quiénes alcanzan el propósito de Dios?

Lo alcanzan aquellas personas que estén dispuestas a tener, al menos, los siguientes atributos:

• No menosprecian el camino dado por Dios.
• Obedecen la voz de Dios.
• Perseveran hasta lograrlo.

¿Saúl?

Sí, pon atención en la lectura bíblica incluida en este día de plan, Saúl fue enviado por su padre a buscar unos animales que se habían perdido, como un buen hijo, Saúl sale de su casa decidido a no regresar sin haber encontrado lo que se le había solicitado. Pero en ese camino el joven Saúl encontró algo mucho mejor que los animales que buscaba, fue declarado como el rey escogido para gobernar Israel. Dios ya había marcado un propósito para ese joven, lo único que tenía que hacer Saúl era caminar por la dirección que le había sido dada, aunque esa dirección no pareciera importante, ni llamativa, ni cómoda, pero era la correcta.

Sigue estudiando con nosotros la Palabra de Dios y descubre más acerca de la vida de Saúl y cómo puede enseñarnos mucho a nosotros acerca de los propósitos de Dios.