Siete claves para el bienestar emocionalEjemplo

Abrase a los demás

Demasiada introspección en sus problemas y debilidades puede hacer que se vuelva introvertido. Si alguna vez ha tenido encarnados un vello o una uña del pie, sabe cómo un pequeño elemento encarnado en su cuerpo físico puede causar dolor. Este mismo principio se aplica a su vida espiritual y emocional. Usted puede llegar a encerrarse en sí mismo y, con el tiempo, causarse un gran daño, todo en nombre de tratar de conocerse mejor o solucionar sus problemas.

La mejor cura para muchas dificultades emocionales es volverse hacia afuera y empezar a dar a los demás. Puede decir: “Pero no tengo nada que dar”. Todas las personas tienen algo que dar, incluso si es solo una sonrisa, una palabra amable o una palmada en el hombro en momentos de necesidad. A veces, su sola presencia puede ser un regalo para alguien, sobre todo para aquellos que se sientan solos, estén enlutados o padeciendo una larga enfermedad. Las personas más felices que conozco son aquellas que tienen corazones abiertos y se dan con generosidad a los demás. Estas personas están seguras del amor de Dios. Dan sin esperar nada a cambio. Dios verá su corazón y lo que hace… y le recompensará como consecuencia. Confíe en que Él cuidará de usted.

Al dar con liberalidad y desprendimiento, usted se abre a Dios y a quienes le rodean. Esta postura abierta es importante para la salud emocional. Solo cuando usted se abre es como aprende a confiar; y la capacidad de confiar es vital para recibir el perdón, la sanidad de Dios y la fe para creer que Dios suplirá todas sus necesidades.

“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10.8).