Preparándonos para la Segunda Venida de CristoMuestra

Vivir en paz los unos con los otros. Pablo afirma el objetivo y entonces explica el método:

• Amonestar a los indisciplinados (advertir a los que causan problemas). En Tesalónica, había algunos que no trabajaban y causaban problemas en la iglesia.
• Animar a los desalentados. Animar a los que están débiles en la fe a no rendirse.
• Ayudar a los débiles (en cuanto a la tentación). Sostener a quienes fácilmente se desvían de la verdad, la pureza, etc.
• Sé paciente con todos. Estar listo para soportar a todos con quienes se encuentre.
• Devolver bien por mal. A quienes nos ofenden ofrecemos la otra mejilla, no un puño.

Estar siempre gozosos. Esto parece imposible por las tribulaciones que tenemos en la vida, pero Pablo está escribiendo con miras al retorno de Jesús. Sin importar nuestras circunstancias, podemos siempre regocijarnos porque nada puede cambiar el hecho de que Jesús volverá y estaremos con Él. ¡Cuán feliz seré si cuando el Señor vuelve me encuentre regocijando!

Orar sin cesar. Un cristiano puede orar siempre que quiere. ¿Por qué?

• Es la voluntad de Dios que oremos.
• Jesús siempre está presente como nuestro mediador.
• El Espíritu Santo siempre está para ayudarnos en nuestra debilidad en la oración.

Una iglesia preparada es aquella que mantiene una comunicación abierta con Dios mediante la oración. ¿No sería maravilloso estar orando cuando Jesús venga?

Cuando hay desacuerdos en la iglesia, generalmente es porque hemos violado estos principios. No podremos estar felices cuando Jesús vuelva si nos encuentra divididos y peleando los unos con los otros o ignorando las necesidades espirituales entre nosotros.