Lectura Con El Pueblo De DiosMuestra

Reto de memorización del mes:

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la virgen María. Padeció bajo Poncio Pilato, fue crucificado, murió y fue sepultado; Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Ascendió al cielo y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo, en la santa iglesia cristiana, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna. Amén.

Lectura con el Pueblo de Dios:

Reordenando nuestros Amores:

"Porque cuando preguntamos si alguien es un hombre bueno, no estamos preguntando lo que cree, o espera, sino lo que ama." - Agustín de Hipona (de Enchiridion sobre la Fe, la Esperanza y el Amor)

Hoy comenzaremos el capítulo más largo de la Biblia: el Salmo 119. Comenzaremos con los primeros 40 versículos, y si sigues el plan de lectura, te llevará cinco días leerlos.

El gran teólogo, Agustín de Hipona, consideraba que la raíz del pecado era el amor desordenado. El pecado, en su opinión, proviene de que tenemos amores o deseos que son impíos o al menos no están correctamente subordinados al amor de Dios. El Salmo 119 nos da un ejemplo de alguien que tiene sus deseos correctamente ordenados y, por lo tanto, busca a Dios de todo corazón. No muchos de nosotros nacemos buscando a Dios con todo nuestro corazón, pero a medida que seguimos a Jesús, podemos comenzar a cambiar nuestros deseos para alinearnos con la voluntad y el amor de Dios. Pablo, de igual manera, en Romanos 12:2 dice:

"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que, probándoos, discernáis cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto."

Espero que a medida que lean más de este Salmo cada día, encuentren su mente renovada y sus afectos se alineen cada vez más con la voluntad y la bondad de nuestro Salvador.