Devocional Del Día | SeptiembreMuestra

Hemos oído

Salmos 44:1-3

Con nuestros propios oídos, oh, Dios, hemos escuchado las historias que nuestros antepasados ​​recitaron de Tus hazañas en sus días, días muy pasados, cómo salvaste el día. Con una mano poderosa, expulsaste a las naciones de esta tierra, pero luego plantaste a nuestros padres aquí. Luchaste por nosotros contra la gente de esta tierra; liberaste a nuestros padres para que disfrutaran de su bondad. No ganaron la tierra con sus espadas. No fue su fuerza la que les dio la victoria. Fue Tu fuerza, Tu mano derecha, Tu brazo, y la luz de Tu presencia lo que les dio el éxito, porque los amaste.

Me encanta este pasaje porque es el fiel reflejo de la importancia que es, el compartirles a nuestros hijos acerca de quién es Dios.

Qué maravilloso es que nuestros hijos en un momento determinado puedan expresar: No fue su fuerza la que les dio la victoria. Fue Tu fuerza, Tu mano derecha, Tu brazo, y la luz de Tu presencia lo que les dio el éxito, porque los amaste.

Conviene que declaremos las grandezas que Dios ha hecho a favor nuestro.

Medita: ¿Tiendo a compartirles a mis amados acerca de Dios?