Malentendido

Una frase poderosa de este episodio que se me quedó grabada fue ésta:

"No estás solo en la incomprensión".

Los discípulos siguen a Jesús, pero en realidad entienden muy poco de lo que ocurre exactamente.

Y así es como me siento a menudo. ¿Cuál es la respuesta correcta en esta situación? ¿Cómo debo tratar con él o ella? ¿Qué postura debo de adoptar? ¿Debo tratar con él o ella? ¿Y cuándo? Sólo algunas preguntas.

El texto de Efesios te orienta.

Ora

El versículo 14 comienza con "doblar las rodillas". Podría decirse que es una postura humilde de oración. ¿Quieres respuestas a tus preguntas? Pues empieza con una actitud de oración. Presenta tu pregunta al Señor.

Tengo que ser sincero y decir que a menudo me pongo a trabajar yo solo, pero una de las claves es acudir a Él primero. ¡Él es un Dios que responde a la oración!

Juntos

En el versículo 18, lees que podemos comprender junto con todos los santos. El versículo continúa, por supuesto, pero quiero hacer Hincapié en juntos por un momento. Si tú y yo buscamos respuestas y no incluimos a los demás en ello, lo más probable es que obtengamos una respuesta errónea o incompleta. Nos necesitamos mutuamente para encontrar una respuesta completa e integral. ¿Te das cuenta de ello? ¿Y tienes a tu alrededor compañeros creyentes de confianza a los que puedas plantear tus preguntas?

Mentalidad

Otra cosa que quiero compartir hoy es sobre tu forma de pensar.

Cuando tú y yo buscamos respuestas a nuestras preguntas, ¿cómo las buscamos? ¿Queremos saber si está bien o mal; si es o no es?

Si es así, lo más probable es que estemos pensando a partir de un "conjunto acotado". Entonces no se trata tanto de encontrar la respuesta, sino sobre la respuesta en sí misma. Cuando tenemos eso, sabemos cómo son las cosas (pensamos). Entonces es correcto o incorrecto, de izquierda o de derecha. Con esta mentalidad, a menudo te quedas atascado. Por supuesto, hay cosas en las que esto "funciona", pero a menudo sólo hasta cierto punto.

Cuando acudes a Jesús con tu pregunta, te preguntas: "¿Qué haría Jesús?", y buscas Su luz sobre la situación con los demás, trabajas con una mentalidad diferente. Podrías llamarlo un "conjunto centrado".

Sea cual sea la pregunta, acude a Jesús con ella y junto con otros busca Su "verdad".

En tu búsqueda, avanzas hacia Él, por así decirlo. Aquí no se hace tanto hincapié en el resultado, sino mucho más en el camino hacia él, en el proceso.

Cómo pueden hacerlo juntos. Y cómo esto los acerca a ti y al otro al corazón de Jesús. Alejarse de Jesús no es una opción, pero cuando avanzamos juntos hacia Él, nos acercamos cada vez más.

Reflexiona sobre las siguientes preguntas:

• ¿Qué haces con tus preguntas?
• ¿Qué lugar ocupa la oración en ellas?
• ¿Tienes gente a tu alrededor con la que puedas hablar de tus preguntas?
• (Haz una búsqueda en Internet/YouTube sobre conjunto delimitado frente a conjunto centrado y pregúntate: ¿cómo pienso? ¿Está Jesús en el centro?)

Ora: "Señor, hoy quiero acudir de nuevo a Ti con todas mis preguntas. Tú eres el camino, la verdad y la vida. Eso es exactamente lo que necesito. Señor, confieso que a menudo busco mis soluciones por cuenta propia y confío en mí mismo. Hoy te pido de nuevo: habla Señor, enséñame, muéstrame cómo seguirte y parecerme cada vez más a Ti. Amén".