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Herramienta 1 "Enseñar la palabra”

El libro de Marcos, en su primer capítulo, nos presenta dos escenas cruciales de la vida de Jesús. La primera se centra en el momento en que Jesús llama a sus discípulos. Aunque pueda parecer gracioso, Marcos nos muestra a Jesús estableciendo su equipo, contactándolos y diciéndoles: "Sígueme". Desde el inicio, vemos cómo Jesús empieza a formar su grupo pequeño con estos primeros discípulos.

Después, acompañados por estos discípulos, Jesús se dirige a Capernaúm y comienza su ministerio: predicando, sanando a los enfermos, y expulsando demonios. Todo esto es lo que comúnmente asociamos con una labor evangelística, un encuentro o una campaña. Sin embargo, Marcos nos reserva un día especial en la vida de Jesús para mostrarnos las herramientas necesarias para hacer crecer nuestro grupo pequeño.

Una de las cosas que Marcos nos mostrará es que enseñar la Palabra se convierte en una herramienta fundamental para que las personas en tu grupo pequeño sean fortalecidas y guiadas por los principios que Jesús mismo enseñó. Cuando compartimos la Palabra y la ministramos, algo poderoso sucede en la vida de las personas, especialmente en sus espíritus y corazones. Es por eso que el versículo 21 nos dice: "[...] porque les enseñaba como quien tiene autoridad [...]". En los grupos pequeños, es esencial que el líder ministre a los discípulos, que oren unos por otros, que impongan manos, porque la obra espiritual y cada líder debe confiar en la obra del Espíritu Santo.

Estas acciones transforman el ambiente y, en última instancia, transforman a las personas de manera significativa.