Descubriendo y viviendo su grandezaMuestra

El Dios que provee (Jireh)

Una de las historias con las que más he luchado de la biblia es la historia que se encuentra en Génesis 22. Es la historia de cuando Dios le pide a Abraham que sacrifique a su hijo Isaac. Muchas veces, cuando reflexiono me he preguntado por qué Dios haría algo así. Y aunque he llegado a entender el por qué y las razones de Dios e incluso he vivido situaciones donde Dios me pide que le entregue algo preciado para mi. Siendo honesto, todavía lucho un poco con esta historia.

Pero lo que he llegado a aprender es que Dios quiere que no dependamos de nadie ni de nada que no sea Él para nuestra felicidad y plenitud.

Porque como lo dijo hace muchos años Agustín de Hipona, la realidad es que “fuimos creados para él, y nuestros corazones siempre estarán intranquilos, hasta que descansen en él”. Dios anhela que comprendamos esta verdad, fuimos creados para él y sólo en él encontraremos verdadera plenitud. Solo en él encontraremos TODO lo que necesitamos en nuestra vida.

Abraham alzó la vista y en un matorral vio un carnero enredado por los cuernos. Fue entonces, tomó el carnero y lo ofreció como holocausto, en lugar de su hijo. A ese sitio Abraham le puso por nombre: «El Señor provee».

Dios es nuestro proveedor. Ahora esto no se refiere solo a la parte material, va mucho más allá. Este nombre se lo pone Abraham en ese momento de su vida cuando se da cuenta que Dios proveyó un carnero para sacrificar en lugar de su hijo. Y de la misma manera Dios proveyó el hermoso sacrificio de Jesús para pagar nuestra deuda en su lugar.

Porque nuestro Dios, que es un Dios que está presente y un Dios que ve, es también un Dios que conoce todas nuestras necesidades y es el único que puede satisfacerlas plenamente.

¿Cuál es la necesidad más grande en tu vida hoy? Hoy quiero recordarte que ¡puedes confiar plenamente en el Dios que no escatimo ni a su propio hijo por ti!

Como pastor y misionero podría pasar el día entero contando cuántas veces Dios ha sido bueno y ha provisto para nuestras necesidades como familia. Quizá no siempre de la forma que imaginaba, pero siempre de la forma que más lo necesitaba.

El conoce todas tus necesidades y él es el Dios que provee, así que sin importar lo que estés pasando en estos momentos, hoy te animo a confiar en Dios, confía en su amor y confía que él proveerá, porque él es el Dios que provee.