Cómo encontrar el momento perfecto para evangelizar

Cuando pensamos en evangelizar, a muchos se nos viene a la mente las campañas evangelísticas o las visitas de casa en casa que solían hacerse antes. A menudo, esta idea puede impedir que compartamos nuestra fe en la vida diaria, ya que esperamos que llegue el momento perfecto para evangelizar.

Tal vez ese era el mismo pensamiento de algunos en la época de Pablo, ya que él sintió la necesidad de aclarar este punto en una carta que le escribió a Timoteo. Sus palabras nos explican qué debemos hacer y cómo saber si es el momento ideal para hablar de Jesús.

Tenemos el registro de dos cartas que Pablo le escribió a Timoteo. En la segunda, Pablo hizo énfasis en los puntos más importantes que quería que Timoteo siempre tuviera presente. Casi en la última parte le escribió:

«Tú anuncia el mensaje de Dios en todo momento. Anúncialo, aunque ese momento no parezca ser el mejor. […]» (2 Timoteo 4:2 TLA)

Pablo le dijo a Timoteo que evangelizara en todo momento; pero también le dio la razón:

«Cuando Jesucristo venga como Rey, juzgará a todos, tanto a los que estén vivos como a los que estén muertos. Por eso pongo a Dios y a Jesucristo por testigos de lo que te ordeno.» (2 Timoteo 4:1 TLA)

Un mandamiento que nos dio Jesús fue el amor al prójimo. Cuando amamos como Él nos ordenó, tenemos pasión por la salvación de las personas; por lo tanto, el evangelismo se vuelve parte de nuestra vida cristiana. Ya no lo hacemos por obligación, sino porque nace de nuestros corazones.

Este es el enfoque que Pablo le dio al evangelismo. Le recalcó a Timoteo que Jesús va a juzgar a todos, por lo que necesitamos el perdón y salvación que solo Él puede ofrecer.

Ahora bien, puede que nosotros tengamos el deseo y entusiasmo de compartir nuestra fe; pero otros creyentes no. ¿Qué hacer en esos casos?

Motivando a otros a evangelizar

«Porque llegará el día en que la gente no querrá escuchar la buena enseñanza. Al contrario, querrá oír enseñanzas diferentes. Por eso buscará maestros que le digan lo que quiere oír.» (2 Timoteo 4:3 TLA)

Pablo entendía la tendencia del corazón humano y le dijo a Timoteo que llegaría el tiempo en que las personas buscarán maestros que les digan lo que quieren oír. Ese tiempo ha llegado y lo estamos viviendo. En la actualidad hay tantas religiones y creencias que se ajustan al gusto de cada persona. Es por ta motivo que Pablo le dijo a Timoteo que era primordial que pusiera en práctica lo siguiente:

«[…] Muéstrale a la gente sus errores, corrígela y anímala; instrúyela con mucha paciencia.» (2 Timoteo 4:2 TLA)

Aquí la palabra clave es paciencia. Como ahora casi todo es automático, pensamos que la actitud de las personas también debe cambiar de la noche a la mañana. Sin embargo, la Biblia nos recuerda que solo Dios puede cambiar el corazón del hombre (Ezequiel 36:26). Por lo que nuestra labor no es la de presionar sin razón, sino de ser pacientes y no rendirnos.