Atributos De Dios. Amor Y Justicia.Muestra

Dios es omnisciente, lo que significa que conoce todas las cosas.

En Génesis 6:5 leemos: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio del pensamiento del corazón de ellos era de continuo solamente el mal". Esta declaración revela la profunda corrupción que había en la humanidad. Los pensamientos de las personas estaban llenos de maldad.

La palabra “pensamientos” proviene de yetser, que se refiere a la invención o formación de ideas. Estos pensamientos no eran más que un reflejo de corazones contaminados. Jesús nos advirtió: "Del corazón salen los malos pensamientos" (Mateo 15:19), destacando que el homicidio, el adulterio y otras acciones pecaminosas surgen de un corazón desviado.

Santiago 1:14-15 nos dice que cada uno es tentado por sus propios deseos, los cuales pueden llevar al pecado y, finalmente, a la muerte. Jeremías 17:9 nos recuerda que el corazón es engañoso y difícil de entender. A menudo, olvidamos que Dios conoce lo que hay en nuestro interior; Él ve nuestros anhelos más profundos.

Un corazón impuro afecta cada aspecto de nuestra vida. En tiempos antiguos, la maldad reinaba constantemente en la sociedad. Los pensamientos y acciones están íntimamente relacionados; lo que pensamos influye en lo que hacemos. Así, Jesús nos enseña que incluso una mirada codiciosa ya puede considerarse adulterio (Mateo 5:28).

La raíz de este mal radica en la desobediencia a la Palabra de Dios (2 Pedro 3:5). Dios había dado mandamientos claros, pero fueron ignorados, lo que llevó a la humanidad a una vida de pecado. Ejemplos como la poligamia de Lamec muestran cómo se rompieron los principios divinos desde el principio.

Hoy, Dios te invita a examinar tu corazón. Salmo 26:2 dice: “Examíname, oh Jehová, y pruébame; escudriña mis íntimos pensamientos y mi corazón". ¿Qué hay en tu interior que te aleja de Él? Dios lo sabe todo. Acércate a Él en oración, comparte tus luchas y deseos. Permítele reinar en tu corazón y prepárate para ser parte de Su pueblo, haciendo la diferencia.

Ora allí donde estás y di lo que sientes en tu corazón.