Guiados por el Espíritu SantoMuestra

La palabra rhema, la luz del Espíritu Santo

Una buena manera de leer la Biblia es leerla continuamente. De este modo, tendrás la oportunidad de experimentar regularmente la misteriosa y gloriosa experiencia de las palabras técnicas.

Rhema es una palabra griega, significa palabra hablada.

Jesús dice que debemos vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios. Un versículo puede ser sólo un texto antiguo para una persona mientras que para otra es una respuesta a una oración, un consuelo, una directiva, una advertencia o una confirmación.

Un buen hábito que debes tener cuando lees la Biblia (además de subrayar lo que te toca para volver a ello más tarde) es llevar un cuaderno o diario en el que anotes los versículos que te hablan con la fecha. Dios puede hablarte a través de un conjunto de elementos durante un largo periodo de tiempo. Cada elemento por separado puede parecer pequeño, pero en conjunto, estos elementos pueden cambiar el curso de su vida como resultado de la decisión que le ayuden a tomar.

Así que, cuando tengas que tomar una decisión, retírate a un lugar tranquilo, pide a Dios que te hable, luego abre tu Biblia donde la cerraste el día anterior y continúa tu lectura.

Personalmente tomé decisiones tan importantes como cambiar mis estudios, mi carrera, mudarme a otro país o ir a una escuela bíblica basándome en las palabras de Rhema. Cada uno de estos versículos es para mí un hito en el camino de mi vida. Recuerdo el versículo y también la versión de la Biblia en la que lo leí. A veces un versículo que ya hemos leído docenas de veces nos golpea justo cuando lo necesitamos al leerlo en una nueva versión. Por eso también cambio la versión de la Biblia cada dos años. Así el texto se mantiene fresco para mí y siempre atrae mi atención.

Hay una diferencia entre buscar lo que dice la Biblia sobre un tema concreto para leer los versículos correspondientes y una palabra romaica. Una palabra o un verso romaico es como una espada que atraviesa nuestro corazón. Es como si las palabras salieran de la página, nuestro corazón puede incluso empezar a latir con más fuerza al leer esas pocas palabras.

Te invito a orar conmigo.

Padre, elijo vivir según cada Palabra que sale de tu boca. Elijo esperar que me hable a través de la Biblia. Espíritu Santo, asómbrame.

David Théry
Enseñanzas prácticas para experimentar a Dios