SERIE – ESPÍRITU SANTO - El bautismo en el Espíritu SantoMuestra
El derramamiento del Espíritu fue prometido por Jesucristo: “El que tenga sed, venga a mí. Ríos de agua viva brotarán del corazón… Jesús estaba hablando del Espíritu de Dios, que recibirían los que creyeran en él…”, Juan 7:37-39 (TLA); Juan 4:14, 14:15-17, 16:7-15. Fue prometido por Dios el Padre. “… Enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros…”, Lucas 24:49. “… Derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes, y mi bendición sobre tus hijos”, Isaías 44:3 (NTV). “... Derramaré mi Espíritu sobre toda la gente... Derramaré mi Espíritu... hombres y mujeres por igual”, Joel 2:28-29 (NTV); Isaías 59:19; Isaías 35:2. “... Dios... les dará el Espíritu Santo. Esta promesa es para ustedes y para sus hijos, y para todos los que nuestro Dios quiera salvar en otras partes del mundo”, Hechos 2:38-39 (TLA). “Dios dice: en los últimos días, derramaré mi Espíritu sobre toda la humanidad… Derramaré mi Espíritu sobre mis siervos, hombres y mujeres, y ellos profetizarán”, Hechos 2:17-18 (PDT). “Los últimos días” se refiere a la era de la iglesia que va desde Pentecostés hasta el retorno de Cristo. Eso significa que “ahora… estamos en los últimos días”, Hebreos 1:2 (PDT). ¡Qué maravilloso! Los que vivimos los últimos tiempos de “los últimos días” estamos al borde del segundo y más grande mover del Espíritu Santo. Entonces, cuando oramos por un avivamiento, la evangelización del mundo y el retorno a la tierra de nuestro bendito Señor estamos orando conforme a Su voluntad. Oramos por acontecimientos que fueron prometidos por Dios y que por lo tanto han de suceder, ¡porque lo que Dios promete, Dios lo cumple!
Además de eso, lo que más nos anima es saber que nosotros mismos podemos ser parte de ese tremendo y más grande avivamiento que está a punto de derramarse sobre toda la humanidad. Dios ha prometido derramarse a sí mismo en los “últimos días”; es decir, ¡en estos días! “Dios dice: en los últimos días, derramaré mi Espíritu…”, Hechos 2:17 (PDT); Isaías 44:3; Joel 2:28-29. ¡Si el derramamiento del Espíritu fue la clave del éxito de los primeros creyentes entonces parece claro que también es la clave para los creyentes de hoy en día! Sin embargo, para que el derramamiento del Espíritu Santo ocurra deben estar dadas las condiciones. Alejarnos del pecado es esencial, pero también lo es la oración incesante: “Si se humillare mi pueblo… y oraren, y buscaren mi rostro… oiré desde los cielos… sanaré su tierra… y los haré prosperar de nuevo”, 2º Crónicas 7:14 (RV60, TLA). ¿Lo ves? No hay derramamiento del Espíritu si las condiciones no están dadas. Dios siempre está dispuesto a derramarse a sí mismo y espera por nosotros, ¿cuánto tiempo le haremos esperar?
Acerca de este Plan
Esta serie tiene el fin de ayudarte a contestar las preguntas más comunes acerca del Espíritu Santo, con el fin de que lo conozcas y puedas entablar una amistad con Él.
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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar