El Espíritu Santo en LevíticoMuestra

Consagración. Es el Espíritu Santo quien nos permite consagrarnos para Dios. Sí, es Él y Solamente Él quien nos lleva a vivir consagrados en espíritu, en alma y en cuerpo, incluso con nuestros bienes materiales, de tal manera que todo lo que somos y todo lo que tenemos se lo entreguemos de manera consciente a Él y permitamos al Espíritu Santo señorear en nuestra vida.

Ofrendas. Todo lo que tenemos y queremos dar a Dios debe pasar por la inspiración y aprobación del Espíritu Santo para que realmente suba como un olor grato a Dios, de tal manera que cada vez que nos acercamos a nuestro Padre lleguemos a Su presencia con la plena certeza que lo hacemos en Espíritu y en verdad.