El progreso no detiene la oposición, ¡No permitas que la oposición to detenga!

Uno habría pensado que Sanbalat y Tobías se habrían dado cuenta de que estaban equivocados con respecto al proyecto de construcción. Anteriormente, en el capítulo 2, se burlaron de los planes de Nehemías. A pesar de su desaliento, Nehemías y el pueblo perseveraron y comenzaron a trabajar en el muro. Este progreso no impidió que Sanbalat y Tobías volvieran a criticar. En el pasaje de hoy, los vemos redoblar sus comentarios. No sólo critican, sino que también se enfadan. No me sorprendería que su enojo se debiera simplemente a que se equivocaron terriblemente.

La respuesta de Nehemías a sus palabras fue triple. En primer lugar, no se involucró. Con demasiada frecuencia, nos distraemos con nuestros críticos y respondemos a lo que dicen en lugar de ignorarlos. Esto suele ralentizar nuestro progreso en la verdadera tarea que tenemos entre manos. Nehemías adoptó un enfoque diferente: oró a Dios. Creyendo que Dios lo justificaría, continuó construyendo el muro. El proyecto nunca se detuvo. Nehemías y su equipo siguieron adelante hasta que alcanzó la mitad de la altura de la ciudad.

Este pasaje nos revela que, por muy equivocada que esté la gente sobre nosotros y nuestros motivos, incluso cuando se demuestre que son falsos, algunas personas seguirán criticándonos. No debemos distraernos por ello, nuestra respuesta debe ser orar y continuar la obra que tenemos ante nosotros.

Preguntas para la reflexión: ¿He dejado de trabajar en algo a causa de las críticas aunque tenía tracción? ¿Se han convertido mis críticas en una distracción para mi vocación? ¿Necesito pedir al Señor que me ayude a ignorar a mis críticos? ¿He orado sobre mi oposición? ¿He decidido continuar a pesar de la oposición? contribución? ¿He considerado que mi papel podría formar parte de una cadena mayor?