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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkEST">
 <div class="chapter ch1" data-usfm="EST.1">
 <div class="label">1</div><div class="s">La reina Vasti desaf&#237;a a Asuero</div><div class="p"> 1Aconteci&#243; en los d&#237;as de Asuero,#Esd. 4.6. el Asuero que rein&#243; desde la India hasta Etiop&#237;a sobre ciento veintisiete provincias, 2que en aquellos d&#237;as, cuando fue afirmado el rey Asuero sobre el trono de su reino, el cual estaba en Susa capital del reino, 3en el tercer a&#241;o de su reinado hizo banquete a todos sus pr&#237;ncipes y cortesanos, teniendo delante de &#233;l a los m&#225;s poderosos de Persia y de Media, gobernadores y pr&#237;ncipes de provincias, 4para mostrar &#233;l las riquezas de la gloria de su reino, el brillo y la magnificencia de su poder, por muchos d&#237;as, ciento ochenta d&#237;as. 5Y cumplidos estos d&#237;as, hizo el rey otro banquete por siete d&#237;as en el patio del huerto del palacio real a todo el pueblo que hab&#237;a en Susa capital del reino, desde el mayor hasta el menor. 6El pabell&#243;n era de blanco, verde y azul, tendido sobre cuerdas de lino y p&#250;rpura en anillos de plata y columnas de m&#225;rmol; los reclinatorios de oro y de plata, sobre losado de p&#243;rfido y de m&#225;rmol, y de alabastro y de jacinto. 7Y daban a beber en vasos de oro, y vasos diferentes unos de otros, y mucho vino real, de acuerdo con la generosidad del rey. 8Y la bebida era seg&#250;n esta ley: Que nadie fuese obligado a beber; porque as&#237; lo hab&#237;a mandado el rey a todos los mayordomos de su casa, que se hiciese seg&#250;n la voluntad de cada uno. 9Asimismo la reina Vasti hizo banquete para las mujeres, en la casa real del rey Asuero.</div><div class="p"> 10El s&#233;ptimo d&#237;a, estando el coraz&#243;n del rey alegre del vino, mand&#243; a Mehum&#225;n, Bizta, Harbona, Bigta, Abagta, Zetar y Carcas, siete eunucos que serv&#237;an delante del rey Asuero, 11que trajesen a la reina Vasti a la presencia del rey con la corona regia, para mostrar a los pueblos y a los pr&#237;ncipes su belleza; porque era hermosa. 12Mas la reina Vasti no quiso comparecer a la orden del rey enviada por medio de los eunucos; y el rey se enoj&#243; mucho, y se encendi&#243; en ira.</div><div class="p"> 13Pregunt&#243; entonces el rey a los sabios que conoc&#237;an los tiempos (porque as&#237; acostumbraba el rey con todos los que sab&#237;an la ley y el derecho; 14y estaban junto a &#233;l Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memuc&#225;n, siete pr&#237;ncipes de Persia y de Media que ve&#237;an la cara del rey, y se sentaban los primeros del reino); 15les pregunt&#243; qu&#233; se hab&#237;a de hacer con la reina Vasti seg&#250;n la ley, por cuanto no hab&#237;a cumplido la orden del rey Asuero enviada por medio de los eunucos. 16Y dijo Memuc&#225;n delante del rey y de los pr&#237;ncipes: No solamente contra el rey ha pecado la reina Vasti, sino contra todos los pr&#237;ncipes, y contra todos los pueblos que hay en todas las provincias del rey Asuero. 17Porque este hecho de la reina llegar&#225; a o&#237;dos de todas las mujeres, y ellas tendr&#225;n en poca estima a sus maridos, diciendo: El rey Asuero mand&#243; traer delante de s&#237; a la reina Vasti, y ella no vino. 18Y entonces dir&#225;n esto las se&#241;oras de Persia y de Media que oigan el hecho de la reina, a todos los pr&#237;ncipes del rey; y habr&#225; mucho menosprecio y enojo. 19Si parece bien al rey, salga un decreto real de vuestra majestad y se escriba entre las leyes de Persia y de Media, para que no sea quebrantado: Que Vasti no venga m&#225;s delante del rey Asuero; y el rey haga reina a otra que sea mejor que ella. 20Y el decreto que dicte el rey ser&#225; o&#237;do en todo su reino, aunque es grande, y todas las mujeres dar&#225;n honra a sus maridos, desde el mayor hasta el menor. 21Agrad&#243; esta palabra a los ojos del rey y de los pr&#237;ncipes, e hizo el rey conforme al dicho de Memuc&#225;n; 22pues envi&#243; cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia conforme a su escritura, y a cada pueblo conforme a su lenguaje, diciendo que todo hombre afirmase su autoridad en su casa; y que se publicase esto en la lengua de su pueblo.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="chapter ch2" data-usfm="EST.2">
 <div class="label">2</div><div class="s">Ester es proclamada reina</div><div class="p"> 1Pasadas estas cosas, sosegada ya la ira del rey Asuero, se acord&#243; de Vasti y de lo que ella hab&#237;a hecho, y de la sentencia contra ella. 2Y dijeron los criados del rey, sus cortesanos: Busquen para el rey j&#243;venes v&#237;rgenes de buen parecer; 3y ponga el rey personas en todas las provincias de su reino, que lleven a todas las j&#243;venes v&#237;rgenes de buen parecer a Susa, residencia real, a la casa de las mujeres, al cuidado de Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres, y que les den sus atav&#237;os; 4y la doncella que agrade a los ojos del rey, reine en lugar de Vasti. Esto agrad&#243; a los ojos del rey, y lo hizo as&#237;.</div><div class="p"> 5Hab&#237;a en Susa residencia real un var&#243;n jud&#237;o cuyo nombre era Mardoqueo hijo de Jair, hijo de Simei, hijo de Cis, del linaje de Benjam&#237;n; 6el cual hab&#237;a sido transportado de Jerusal&#233;n con los cautivos que fueron llevados con Jecon&#237;as rey de Jud&#225;, a quien hizo transportar Nabucodonosor rey de Babilonia.#2 R. 24.10-16; 2 Cr. 36.10. 7Y hab&#237;a criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de su t&#237;o, porque era hu&#233;rfana; y la joven era de hermosa figura y de buen parecer. Cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la adopt&#243; como hija suya.</div><div class="p"> 8Sucedi&#243;, pues, que cuando se divulg&#243; el mandamiento y decreto del rey, y hab&#237;an reunido a muchas doncellas en Susa residencia real, a cargo de Hegai, Ester tambi&#233;n fue llevada a la casa del rey, al cuidado de Hegai guarda de las mujeres. 9Y la doncella agrad&#243; a sus ojos, y hall&#243; gracia delante de &#233;l, por lo que hizo darle prontamente atav&#237;os y alimentos, y le dio tambi&#233;n siete doncellas especiales de la casa del rey; y la llev&#243; con sus doncellas a lo mejor de la casa de las mujeres. 10Ester no declar&#243; cu&#225;l era su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le hab&#237;a mandado que no lo declarase. 11Y cada d&#237;a Mardoqueo se paseaba delante del patio de la casa de las mujeres, para saber c&#243;mo le iba a Ester, y c&#243;mo la trataban.</div><div class="p"> 12Y cuando llegaba el tiempo de cada una de las doncellas para venir al rey Asuero, despu&#233;s de haber estado doce meses conforme a la ley acerca de las mujeres, pues as&#237; se cumpl&#237;a el tiempo de sus atav&#237;os, esto es, seis meses con &#243;leo de mirra y seis meses con perfumes arom&#225;ticos y afeites de mujeres, 13entonces la doncella ven&#237;a as&#237; al rey. Todo lo que ella ped&#237;a se le daba, para venir ataviada con ello desde la casa de las mujeres hasta la casa del rey. 14Ella ven&#237;a por la tarde, y a la ma&#241;ana siguiente volv&#237;a a la casa segunda de las mujeres, al cargo de Saasgaz eunuco del rey, guarda de las concubinas; no ven&#237;a m&#225;s al rey, salvo si el rey la quer&#237;a y era llamada por nombre.</div><div class="p"> 15Cuando le lleg&#243; a Ester, hija de Abihail t&#237;o de Mardoqueo, quien la hab&#237;a tomado por hija, el tiempo de venir al rey, ninguna cosa procur&#243; sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Ester el favor de todos los que la ve&#237;an. 16Fue, pues, Ester llevada al rey Asuero a su casa real en el mes d&#233;cimo, que es el mes de Tebet, en el a&#241;o s&#233;ptimo de su reinado. 17Y el rey am&#243; a Ester m&#225;s que a todas las otras mujeres, y hall&#243; ella gracia y benevolencia delante de &#233;l m&#225;s que todas las dem&#225;s v&#237;rgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti. 18Hizo luego el rey un gran banquete a todos sus pr&#237;ncipes y siervos, el banquete de Ester; y disminuy&#243; tributos a las provincias, e hizo y dio mercedes conforme a la generosidad real.</div><div class="s">Mardoqueo denuncia una conspiraci&#243;n contra el rey</div><div class="p"> 19Cuando las v&#237;rgenes eran reunidas la segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey. 20Y Ester, seg&#250;n le hab&#237;a mandado Mardoqueo, no hab&#237;a declarado su naci&#243;n ni su pueblo; porque Ester hac&#237;a lo que dec&#237;a Mardoqueo, como cuando &#233;l la educaba. 21En aquellos d&#237;as, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, se enojaron Bigt&#225;n y Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, y procuraban poner mano en el rey Asuero. 22Cuando Mardoqueo entendi&#243; esto, lo denunci&#243; a la reina Ester, y Ester lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo. 23Se hizo investigaci&#243;n del asunto, y fue hallado cierto; por tanto, los dos eunucos fueron colgados en una horca. Y fue escrito el caso en el libro de las cr&#243;nicas del rey.</div>
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 <div class="book bkEST">
 <div class="chapter ch3" data-usfm="EST.3">
 <div class="label">3</div><div class="s">Am&#225;n trama la destrucci&#243;n de los jud&#237;os</div><div class="p"> 1Despu&#233;s de estas cosas el rey Asuero engrandeci&#243; a Am&#225;n hijo de Hamedata agagueo, y lo honr&#243;, y puso su silla sobre todos los pr&#237;ncipes que estaban con &#233;l. 2Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se arrodillaban y se inclinaban ante Am&#225;n, porque as&#237; lo hab&#237;a mandado el rey; pero Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba. 3Y los siervos del rey que estaban a la puerta preguntaron a Mardoqueo: &#191;Por qu&#233; traspasas el mandamiento del rey? 4Aconteci&#243; que habl&#225;ndole cada d&#237;a de esta manera, y no escuch&#225;ndolos &#233;l, lo denunciaron a Am&#225;n, para ver si Mardoqueo se mantendr&#237;a firme en su dicho; porque ya &#233;l les hab&#237;a declarado que era jud&#237;o. 5Y vio Am&#225;n que Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de &#233;l; y se llen&#243; de ira. 6Pero tuvo en poco poner mano en Mardoqueo solamente, pues ya le hab&#237;an declarado cu&#225;l era el pueblo de Mardoqueo; y procur&#243; Am&#225;n destruir a todos los jud&#237;os que hab&#237;a en el reino de Asuero, al pueblo de Mardoqueo.</div><div class="p"> 7En el mes primero, que es el mes de Nis&#225;n, en el a&#241;o duod&#233;cimo del rey Asuero, fue echada Pur, esto es, la suerte, delante de Am&#225;n, suerte para cada d&#237;a y cada mes del a&#241;o; y sali&#243; el mes duod&#233;cimo, que es el mes de Adar.</div><div class="p"> 8Y dijo Am&#225;n al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes del rey, y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir. 9Si place al rey, decrete que sean destruidos; y yo pesar&#233; diez mil talentos de plata a los que manejan la hacienda, para que sean tra&#237;dos a los tesoros del rey. 10Entonces el rey quit&#243; el anillo de su mano, y lo dio a Am&#225;n hijo de Hamedata agagueo, enemigo de los jud&#237;os, 11y le dijo: La plata que ofreces sea para ti, y asimismo el pueblo, para que hagas de &#233;l lo que bien te pareciere. 12Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes primero, al d&#237;a trece del mismo, y fue escrito conforme a todo lo que mand&#243; Am&#225;n, a los s&#225;trapas del rey, a los capitanes que estaban sobre cada provincia y a los pr&#237;ncipes de cada pueblo, a cada provincia seg&#250;n su escritura, y a cada pueblo seg&#250;n su lengua; en nombre del rey Asuero fue escrito, y sellado con el anillo del rey. 13Y fueron enviadas cartas por medio de correos a todas las provincias del rey, con la orden de destruir, matar y exterminar a todos los jud&#237;os, j&#243;venes y ancianos, ni&#241;os y mujeres, en un mismo d&#237;a, en el d&#237;a trece del mes duod&#233;cimo, que es el mes de Adar, y de apoderarse de sus bienes. 14La copia del escrito que se dio por mandamiento en cada provincia fue publicada a todos los pueblos, a fin de que estuviesen listos para aquel d&#237;a. 15Y salieron los correos prontamente por mandato del rey, y el edicto fue dado en Susa capital del reino. Y el rey y Am&#225;n se sentaron a beber; pero la ciudad de Susa estaba conmovida.</div>
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 <div class="chapter ch4" data-usfm="EST.4">
 <div class="label">4</div><div class="s">Ester promete interceder por su pueblo</div><div class="p"> 1Luego que supo Mardoqueo todo lo que se hab&#237;a hecho, rasg&#243; sus vestidos, se visti&#243; de cilicio y de ceniza, y se fue por la ciudad clamando con grande y amargo clamor. 2Y vino hasta delante de la puerta del rey; pues no era l&#237;cito pasar adentro de la puerta del rey con vestido de cilicio. 3Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, ten&#237;an los jud&#237;os gran luto, ayuno, lloro y lamentaci&#243;n; cilicio y ceniza era la cama de muchos.</div><div class="p"> 4Y vinieron las doncellas de Ester, y sus eunucos, y se lo dijeron. Entonces la reina tuvo gran dolor, y envi&#243; vestidos para hacer vestir a Mardoqueo, y hacerle quitar el cilicio; mas &#233;l no los acept&#243;. 5Entonces Ester llam&#243; a Hatac, uno de los eunucos del rey, que &#233;l hab&#237;a puesto al servicio de ella, y lo mand&#243; a Mardoqueo, con orden de saber qu&#233; suced&#237;a, y por qu&#233; estaba as&#237;. 6Sali&#243;, pues, Hatac a ver a Mardoqueo, a la plaza de la ciudad, que estaba delante de la puerta del rey. 7Y Mardoqueo le declar&#243; todo lo que le hab&#237;a acontecido, y le dio noticia de la plata que Am&#225;n hab&#237;a dicho que pesar&#237;a para los tesoros del rey a cambio de la destrucci&#243;n de los jud&#237;os. 8Le dio tambi&#233;n la copia del decreto que hab&#237;a sido dado en Susa para que fuesen destruidos, a fin de que la mostrase a Ester y se lo declarase, y le encargara que fuese ante el rey a suplicarle y a interceder delante de &#233;l por su pueblo. 9Vino Hatac y cont&#243; a Ester las palabras de Mardoqueo.</div><div class="p"> 10Entonces Ester dijo a Hatac que le dijese a Mardoqueo: 11Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey, saben que cualquier hombre o mujer que entra en el patio interior para ver al rey, sin ser llamado, una sola ley hay respecto a &#233;l: ha de morir; salvo aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el cual vivir&#225;; y yo no he sido llamada para ver al rey estos treinta d&#237;as. 12Y dijeron a Mardoqueo las palabras de Ester. 13Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses que escapar&#225;s en la casa del rey m&#225;s que cualquier otro jud&#237;o. 14Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberaci&#243;n vendr&#225; de alguna otra parte para los jud&#237;os; mas t&#250; y la casa de tu padre perecer&#233;is. &#191;Y qui&#233;n sabe si para esta hora has llegado al reino?</div><div class="p"> 15Y Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo: 16Ve y re&#250;ne a todos los jud&#237;os que se hallan en Susa, y ayunad por m&#237;, y no com&#225;is ni beb&#225;is en tres d&#237;as, noche y d&#237;a; yo tambi&#233;n con mis doncellas ayunar&#233; igualmente, y entonces entrar&#233; a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca. 17Entonces Mardoqueo fue, e hizo conforme a todo lo que le mand&#243; Ester.</div>
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 <div class="chapter ch5" data-usfm="EST.5">
 <div class="label">5</div><div class="s">Ester invita al rey y a Am&#225;n a un banquete</div><div class="p"> 1Aconteci&#243; que al tercer d&#237;a se visti&#243; Ester su vestido real, y entr&#243; en el patio interior de la casa del rey, enfrente del aposento del rey; y estaba el rey sentado en su trono en el aposento real, enfrente de la puerta del aposento. 2Y cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendi&#243; a Ester el cetro de oro que ten&#237;a en la mano. Entonces vino Ester y toc&#243; la punta del cetro. 3Dijo el rey: &#191;Qu&#233; tienes, reina Ester, y cu&#225;l es tu petici&#243;n? Hasta la mitad del reino se te dar&#225;. 4Y Ester dijo: Si place al rey, vengan hoy el rey y Am&#225;n al banquete que he preparado para el rey. 5Respondi&#243; el rey: Daos prisa, llamad a Am&#225;n, para hacer lo que Ester ha dicho. Vino, pues, el rey con Am&#225;n al banquete que Ester dispuso.</div><div class="p"> 6Y dijo el rey a Ester en el banquete, mientras beb&#237;an vino: &#191;Cu&#225;l es tu petici&#243;n, y te ser&#225; otorgada? &#191;Cu&#225;l es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, te ser&#225; concedida. 7Entonces respondi&#243; Ester y dijo: Mi petici&#243;n y mi demanda es esta: 8Si he hallado gracia ante los ojos del rey, y si place al rey otorgar mi petici&#243;n y conceder mi demanda, que venga el rey con Am&#225;n a otro banquete que les preparar&#233;; y ma&#241;ana har&#233; conforme a lo que el rey ha mandado.</div><div class="p"> 9Y sali&#243; Am&#225;n aquel d&#237;a contento y alegre de coraz&#243;n; pero cuando vio a Mardoqueo a la puerta del palacio del rey, que no se levantaba ni se mov&#237;a de su lugar, se llen&#243; de ira contra Mardoqueo. 10Pero se refren&#243; Am&#225;n y vino a su casa, y mand&#243; llamar a sus amigos y a Zeres su mujer, 11y les refiri&#243; Am&#225;n la gloria de sus riquezas, y la multitud de sus hijos, y todas las cosas con que el rey le hab&#237;a engrandecido, y con que le hab&#237;a honrado sobre los pr&#237;ncipes y siervos del rey. 12Y a&#241;adi&#243; Am&#225;n: Tambi&#233;n la reina Ester a ninguno hizo venir con el rey al banquete que ella dispuso, sino a m&#237;; y tambi&#233;n para ma&#241;ana estoy convidado por ella con el rey. 13Pero todo esto de nada me sirve cada vez que veo al jud&#237;o Mardoqueo sentado a la puerta del rey. 14Y le dijo Zeres su mujer y todos sus amigos: Hagan una horca de cincuenta codos de altura, y ma&#241;ana di al rey que cuelguen a Mardoqueo en ella; y entra alegre con el rey al banquete. Y agrad&#243; esto a los ojos de Am&#225;n, e hizo preparar la horca.</div>
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 <div class="chapter ch13" data-usfm="ZEC.13">
 <div class="label">13</div><div class="p"> 1En aquel tiempo habr&#225; un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusal&#233;n, para la purificaci&#243;n del pecado y de la inmundicia.</div><div class="p"> 2Y en aquel d&#237;a, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, quitar&#233; de la tierra los nombres de las im&#225;genes, y nunca m&#225;s ser&#225;n recordados; y tambi&#233;n har&#233; cortar de la tierra a los profetas y al esp&#237;ritu de inmundicia. 3Y acontecer&#225; que cuando alguno profetizare a&#250;n, le dir&#225;n su padre y su madre que lo engendraron: No vivir&#225;s, porque has hablado mentira en el nombre de Jehov&#225;; y su padre y su madre que lo engendraron le traspasar&#225;n cuando profetizare. 4Y suceder&#225; en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzar&#225;n de su visi&#243;n cuando profetizaren; ni nunca m&#225;s vestir&#225;n el manto velloso para mentir. 5Y dir&#225;: No soy profeta; labrador soy de la tierra, pues he estado en el campo desde mi juventud. 6Y le preguntar&#225;n: &#191;Qu&#233; heridas son estas en tus manos? Y &#233;l responder&#225;: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.</div><div class="s">El pastor de Jehov&#225; es herido</div><div class="p"> 7Lev&#225;ntate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compa&#241;ero m&#237;o, dice Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos. Hiere al pastor, y ser&#225;n dispersadas las ovejas;#Mt. 26.31; Mr. 14.27. y har&#233; volver mi mano contra los peque&#241;itos. 8Y acontecer&#225; en toda la tierra, dice Jehov&#225;, que las dos terceras partes ser&#225;n cortadas en ella, y se perder&#225;n; mas la tercera quedar&#225; en ella. 9Y meter&#233; en el fuego a la tercera parte, y los fundir&#233; como se funde la plata, y los probar&#233; como se prueba el oro. &#201;l invocar&#225; mi nombre, y yo le oir&#233;, y dir&#233;: Pueblo m&#237;o; y &#233;l dir&#225;: Jehov&#225; es mi Dios.</div>
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 <div class="chapter ch14" data-usfm="ZEC.14">
 <div class="label">14</div><div class="s">Jerusal&#233;n y las naciones</div><div class="p"> 1He aqu&#237;, el d&#237;a de Jehov&#225; viene, y en medio de ti ser&#225;n repartidos tus despojos. 2Porque yo reunir&#233; a todas las naciones para combatir contra Jerusal&#233;n; y la ciudad ser&#225; tomada, y ser&#225;n saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad ir&#225; en cautiverio, mas el resto del pueblo no ser&#225; cortado de la ciudad. 3Despu&#233;s saldr&#225; Jehov&#225; y pelear&#225; con aquellas naciones, como pele&#243; en el d&#237;a de la batalla. 4Y se afirmar&#225;n sus pies en aquel d&#237;a sobre el monte de los Olivos, que est&#225; en frente de Jerusal&#233;n al oriente; y el monte de los Olivos se partir&#225; por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartar&#225; hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. 5Y huir&#233;is al valle de los montes, porque el valle de los montes llegar&#225; hasta Azal; huir&#233;is de la manera que huisteis por causa del terremoto en los d&#237;as de Uz&#237;as rey de Jud&#225;; y vendr&#225; Jehov&#225; mi Dios, y con &#233;l todos los santos.</div><div class="p"> 6Y acontecer&#225; que en ese d&#237;a no habr&#225; luz clara, ni oscura. 7Ser&#225; un d&#237;a, el cual es conocido de Jehov&#225;, que no ser&#225; ni d&#237;a ni noche; pero suceder&#225; que al caer la tarde habr&#225; luz.</div><div class="p"> 8Acontecer&#225; tambi&#233;n en aquel d&#237;a, que saldr&#225;n de Jerusal&#233;n aguas vivas,#Ez. 47.1; Jn. 7.38; Ap. 22.1. la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno. 9Y Jehov&#225; ser&#225; rey sobre toda la tierra. En aquel d&#237;a Jehov&#225; ser&#225; uno, y uno su nombre.</div><div class="p"> 10Toda la tierra se volver&#225; como llanura desde Geba hasta Rim&#243;n al sur de Jerusal&#233;n; y esta ser&#225; enaltecida, y habitada en su lugar desde la puerta de Benjam&#237;n hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta del &#193;ngulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey. 11Y morar&#225;n en ella, y no habr&#225; nunca m&#225;s maldici&#243;n,#Ap. 22.3. sino que Jerusal&#233;n ser&#225; habitada confiadamente.</div><div class="p"> 12Y esta ser&#225; la plaga con que herir&#225; Jehov&#225; a todos los pueblos que pelearon contra Jerusal&#233;n: la carne de ellos se corromper&#225; estando ellos sobre sus pies, y se consumir&#225;n en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshar&#225; en su boca. 13Y acontecer&#225; en aquel d&#237;a que habr&#225; entre ellos gran p&#225;nico enviado por Jehov&#225;; y trabar&#225; cada uno de la mano de su compa&#241;ero, y levantar&#225; su mano contra la mano de su compa&#241;ero. 14Y Jud&#225; tambi&#233;n pelear&#225; en Jerusal&#233;n. Y ser&#225;n reunidas las riquezas de todas las naciones de alrededor: oro y plata, y ropas de vestir, en gran abundancia. 15As&#237; tambi&#233;n ser&#225; la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, de los asnos, y de todas las bestias que estuvieren en aquellos campamentos.</div><div class="p"> 16Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusal&#233;n, subir&#225;n de a&#241;o en a&#241;o para adorar al Rey, a Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, y a celebrar la fiesta de los tabern&#225;culos.#Lv. 23.39-43. 17Y acontecer&#225; que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusal&#233;n para adorar al Rey, Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, no vendr&#225; sobre ellos lluvia. 18Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habr&#225; lluvia; vendr&#225; la plaga con que Jehov&#225; herir&#225; las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabern&#225;culos. 19Esta ser&#225; la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no subieren para celebrar la fiesta de los tabern&#225;culos.</div><div class="p"> 20En aquel d&#237;a estar&#225; grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A JEHOV&#193;; y las ollas de la casa de Jehov&#225; ser&#225;n como los tazones del altar. 21Y toda olla en Jerusal&#233;n y Jud&#225; ser&#225; consagrada a Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos; y todos los que sacrificaren vendr&#225;n y tomar&#225;n de ellas, y cocer&#225;n en ellas; y no habr&#225; en aquel d&#237;a m&#225;s mercader en la casa de Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos.</div>
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 <div class="chapter ch19" data-usfm="REV.19">
 <div class="label">19</div><div class="s">Alabanzas en el cielo</div><div class="p"> 1Despu&#233;s de esto o&#237; una gran voz de gran multitud en el cielo, que dec&#237;a: &#161;Aleluya! Salvaci&#243;n y honra y gloria y poder son del Se&#241;or Dios nuestro; 2porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicaci&#243;n, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.#Dt. 32.43. 3Otra vez dijeron: &#161;Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos.#Is. 34.10. 4Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y dec&#237;an: &#161;Am&#233;n! &#161;Aleluya! 5Y sali&#243; del trono una voz que dec&#237;a: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le tem&#233;is, as&#237; peque&#241;os como grandes.#Sal. 115.13. 6Y o&#237; como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas,#Ez. 1.24. y como la voz de grandes truenos, que dec&#237;a: &#161;Aleluya, porque el Se&#241;or nuestro Dios Todopoderoso reina! 7Goc&#233;monos y alegr&#233;monos y d&#233;mosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. 8Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.</div><div class="s">La cena de las bodas del Cordero</div><div class="p"> 9Y el &#225;ngel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas#Mt. 22.2-3. del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. 10Yo me postr&#233; a sus pies para adorarle. Y &#233;l me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jes&#250;s. Adora a Dios; porque el testimonio de Jes&#250;s es el esp&#237;ritu de la profec&#237;a.</div><div class="s">El jinete del caballo blanco</div><div class="p"> 11Entonces vi el cielo abierto;#Ez. 1.1. y he aqu&#237; un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. 12Sus ojos eran como llama de fuego,#Dn. 10.6. y hab&#237;a en su cabeza muchas diademas; y ten&#237;a un nombre escrito que ninguno conoc&#237;a sino &#233;l mismo. 13Estaba vestido de una ropa te&#241;ida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. 14Y los ej&#233;rcitos celestiales, vestidos de lino fin&#237;simo, blanco y limpio, le segu&#237;an en caballos blancos. 15De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y &#233;l las regir&#225; con vara de hierro;#Sal. 2.9. y &#233;l pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.#Is. 63.3; Jl. 3.13; Ap. 14.20. 16Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SE&#209;OR DE SE&#209;ORES.</div><div class="p"> 17Y vi a un &#225;ngel que estaba en pie en el sol, y clam&#243; a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, 18para que com&#225;is carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, peque&#241;os y grandes.#Ez. 39.17-20. 19Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ej&#233;rcitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ej&#233;rcito. 20Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que hab&#237;a hecho delante de ella las se&#241;ales con las cuales hab&#237;a enga&#241;ado a los que recibieron la marca de la bestia, y hab&#237;an adorado su imagen.#Ap. 13.1-18. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. 21Y los dem&#225;s fueron muertos con la espada que sal&#237;a de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.</div>
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 <div class="chapter ch20" data-usfm="REV.20">
 <div class="label">20</div><div class="s">Los mil a&#241;os</div><div class="p"> 1Vi a un &#225;ngel que descend&#237;a del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. 2Y prendi&#243; al drag&#243;n, la serpiente antigua,#Gn. 3.1. que es el diablo y Satan&#225;s, y lo at&#243; por mil a&#241;os; 3y lo arroj&#243; al abismo, y lo encerr&#243;, y puso su sello sobre &#233;l, para que no enga&#241;ase m&#225;s a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil a&#241;os; y despu&#233;s de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.</div><div class="p"> 4Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar;#Dn. 7.9,22. y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jes&#250;s y por la palabra de Dios, los que no hab&#237;an adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil a&#241;os. 5Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil a&#241;os. Esta es la primera resurrecci&#243;n. 6Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrecci&#243;n; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que ser&#225;n sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinar&#225;n con &#233;l mil a&#241;os.</div><div class="p"> 7Cuando los mil a&#241;os se cumplan, Satan&#225;s ser&#225; suelto de su prisi&#243;n, 8y saldr&#225; a enga&#241;ar a las naciones que est&#225;n en los cuatro &#225;ngulos de la tierra, a Gog y a Magog,#Ez. 38.1-16. a fin de reunirlos para la batalla; el n&#250;mero de los cuales es como la arena del mar. 9Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendi&#243; fuego del cielo, y los consumi&#243;. 10Y el diablo que los enga&#241;aba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y ser&#225;n atormentados d&#237;a y noche por los siglos de los siglos.</div><div class="s">El juicio ante el gran trono blanco</div><div class="p"> 11Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en &#233;l, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ning&#250;n lugar se encontr&#243; para ellos. 12Y vi a los muertos, grandes y peque&#241;os, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, seg&#250;n sus obras.#Dn. 7.9-10. 13Y el mar entreg&#243; los muertos que hab&#237;a en &#233;l; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que hab&#237;a en ellos; y fueron juzgados cada uno seg&#250;n sus obras. 14Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15Y el que no se hall&#243; inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.</div>
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