Un Mover Fresco De DiosMuestra

Sueños y planes

Un mover fresco de Dios sucede cuando soñamos, planeamos y ejecutamos. Soñar sin planes es vivir en constante desilusión. Y trabajar sin sueños es vivir sin propósito o visión. En el libro de los Hebreos leemos que Jesús tenía un sueño, “el gozo puesto delante de el”, que era salvarnos. El anhelaba reconciliar a la humanidad con Dios. Y por eso diseñó y ejecutó el plan de la cruz. En el tiempo preciso, el Hijo de Dios, Jesucristo, se vistió de carne y habitó entre nosotros. Vivió la vida perfecta que no pudimos vivir y murió la muerte que debíamos sufrir por nuestros pecados. Al tercer día resucitó para vencer a la muerte y al pecado. Y todo aquel que confiese que Jesús es Señor y crea en Su corazón que Él resucitó será salvo, será perdonado, reconciliado con Dios.

Es necesario tener sueños, pero si no hacemos planes y pagamos el precio, nunca los vamos a lograr. Por años tenía el sueño de orar y leer mi Biblia en la mañana. Pero nunca lo logré, hasta que cambié la hora en que me despierto. Por años tenía el sueño de ahorrar, pero nunca lo logré hasta que hice planes para ahorrar. Literal tuve que meterme a un plan de ahorro donde es por pago automatizado para que no se me olvide. Por años tenía el sueño de escribir un libro, hasta que hice planes y me senté para hacerlo.

Usualmente sobreestimamos lo que podemos lograr en un año, y subestimamos lo que podemos lograr en diez años. Debemos categorizar sueños: ¿Este sueño es para un año o para diez? Cuando tratas de cumplir un sueño que tardarás diez años, en un año, solo te deprimes y te enojas contigo mismo. Anota tus sueños, categorízalos y luego haz planes.

Jesús pasó los primeros treinta años de su vida preparándose para un poco más de tres años de ministerio. Para imitarlo debemos soñar, hacer planes y luego ejecutarlos con fe.

Haz una oración y pídele a Dios la sabiduría para hacer planes.