Salmo 91: Viviendo Bajo El Abrigo Del Omnipotente Y AltísimoMuestra
2. Los creyentes necesitan confiar en Dios
"Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y Castillo mío; mi Dios, en quien confiaré" (Salmo 91:2)
Otro requisito para experimentar el cuidado y la protección de Dios es confiar en Él.
Si estamos en la condición de depender y confiar en Dios, como para entregarle nuestra seguridad, entonces descubriremos que Dios es más que suficiente y competente para protegernos y librarnos de toda asechanza del maligno, peligro y adversidad.
Esa es la comprensión y el conocimiento de Dios que tiene el salmista, y que sirve de soporte para su declaración. El salmista invoca al Altísimo (Elyón), al Dios sin igual, del que nadie puede jactarse de estar a su nivel o por encima de Él. El Altísimo es la máxima referencia, el más alto estatus y la más alta y última apelación posible. Dios está por encima de todo. La distancia entre Dios y cualquier ser viviente, es abismal e irreconciliable.
De modo que no hay problema o circunstancia que puede estar fuera del alcance y control del Altísimo. Así el que habita al abrigo del Altísimo, morará (vivirá, habitará) bajo la sombra del Omnipotente (El- Shaddai), el Dios toda suficiencia y poder, para el que no hay nada imposible.
Como creyentes podemos descansar en Dios, sabiendo que no hay nada que nos acontezca que Dios no pueda manejar o resolver. De Dios podemos esperar una defensa segura, así como un refugio inexpugnable. Si Dios es nuestro refugio y fortaleza, quien podrá hacernos daño.Estamos a salvo detrás de los muros impenetrables del Señor. Las fuerzas de las tinieblas lucen impotentes para abrir brecha e irrumpir en nuestro refugio.
Podemos invocar confiadamente “Esperanza mía, y Castillo mío; mi Dios, en quien confiaré”, sabiendo que en Dios podemos descansar confiadamente, en la certeza de que Él nos librará:
- De toda asechanza del maligno (lazo del cazador).
- De toda peste destructora (enfermedad).
- De todo terror nocturno (influencia del enemigo).
- De todo ataque (saeta que vuele de día).
- De toda pestilencia y acecho de muerte.
Si esperamos en Él y nos entregamos a su fiel cuidado, Él en su fidelidad cumplirá sus promesas de cobijarnos y defendernos como una gallina a sus polluelos. Su promesa es una fuerte defensa. Dios está dispuesto a proteger a su pueblo como una gallina a sus polluelos (Salmo 91:4). Y Dios tiene el poder para tal propósito, como un guerrero bien armado. La promesa es que nuestros enemigos caerán derrotados a nuestros pies, y que sus acciones de maldad no llegarán a nuestra vida (Salmo 91:7).
En el proceso de cuidarnos y preservar nuestra seguridad, Dios ha dispuesto ángeles para que cuiden nuestros caminos y despejen nuestras veredas (Salmo 91:10-12).
Acerca de este Plan
El Salmo 91 es un cántico de confianza en la protección y el cuidado de Dios. ¿Cómo podemos experimentar seguridad en la protección de Dios en un mundo peligroso y convulsionado? Este aleccionador e inspirador salmo utiliza imágenes y metáforas vívidas para describir el cuidado y la protección de Dios para aquellos que confían y esperan en Él. El salmo aborda temas vitales para la vida espiritual, como el refugio espiritual que hay en Dios, la protección angelical y la intimidad con Dios. El Salmo 91 ofrece poderosas promesas de liberación, protección y seguridad, aun en circunstancias adversas.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/