21 Días De Ayuno Y Oración Con La Iglesia Transformation ChurchMuestra

Guerra Espiritual

¡La oración es nuestra arma cuando se trata de luchar batallas muy reales, pero invisibles y espirituales! Vivimos en un mundo que avanza a un ritmo acelerado y cuando enfrentamos desafíos, puede ser nuestra tendencia buscar soluciones prácticas o no espirituales a nuestros problemas. Al comenzar el año, te animamos a que la oración sea tu primera respuesta, no tu último recurso, ¡ya que recordamos que nuestro Dios nunca ha fallado! Tenemos un Dios que está luchando por nosotros y en control de cualquier batalla que podamos enfrentar. A veces, nuestras batallas no son solo prácticas, mentales o emocionales, sino que tienen raíces espirituales. La Biblia dice en Efesios 6:12: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes". No debemos temer, ya que caminamos en la victoria de Jesucristo, ya que Él ya conquistó la muerte a través de Su resurrección. Vivimos en la tensión de saber que tenemos la victoria final en Jesús mientras seguimos luchando contra los ataques del enemigo en esta tierra. Estamos equipados con el Espíritu Santo, la oración y la Palabra de Dios. La Biblia está llena de la verdad y las promesas de Dios para luchar en el Espíritu y hacer avanzar la voluntad de Dios a través de nuestras oraciones.

Preguntas de Reflexión:

• ¿Cómo te pide Dios que luches espiritualmente por Su voluntad en este mundo y en tu vida?
• ¿Cómo puedes interceder y orar contra la guerra espiritual en las vidas de quienes te rodean?
• ¿Cómo has experimentado el poder infalible de Dios en tu vida?

Oración:

Señor, me arrepiento por las veces en que busqué soluciones terrenales a los problemas espirituales. Te pido que afila mi discernimiento cuando se trata de asuntos espirituales. Te pido que aumentes mi conciencia de los ataques espirituales y de los recursos con los que me has equipado para pelear y ganar batallas espirituales. ¡Gracias, ningún arma forjada contra mí prosperará! Te pido que intervengas en mi nombre y en el de mis seres queridos. Oro contra cualquier ataque del enemigo sobre mi mente, mi salud y mi espíritu. Reclamo victoria y protección en el nombre de Jesús. ¡Oro, amén!