Salmo 23: Jehová Es Mi PastorEjemplo

Conociendo el corazón de un pastor

¿Cómo es el corazón de un pastor?

El salmo 23 usa como metáfora principal la figura del pastor, para expresar el fiel y amoroso cuidado y protección que Dios le prodiga a su pueblo y, por otra parte, expresa el gozo, la paz, la confianza y la plenitud que experimenta la persona que aprende a entregarse a su fiel cuidado y a descansar en Él.

El salmista David antes de ser rey, fue pastor de ovejas, por lo que estaba muy familiarizado con el oficio de cuidar ovejas, y sobre qué podía esperar una oveja de su pastor.

David encontraba consuelo y seguridad en el pensamiento de que Dios se preocupaba de él como un pastor cuida de sus ovejas. Esto es esencial en una relación pastor- oveja, Dios – creyente. Para que la oveja (o el creyente) pueda descansar y sentirse protegida y cuidada, debe haber un cierto nivel de confianza que le permita sentirse cómoda en la presencia de su pastor (o Dios). La provisión física o la seguridad de las amenazas externas son insuficientes para que las ovejas descansen completamente a menos que también puedan confiar en que su pastor siempre estará presente con ellas. La cercanía, intimidad y confianza es esencial para que la relación funcione.

Una relación muy personal

David conocía en un sentido muy real y personal lo que era ser un pastor, pues él mismo fue pastor de ovejas; y también experimentó lo que era ser pastoreado por Dios. Él sabía por experiencia que puede esperar una oveja de su pastor, y que puede esperar un creyente de Dios (el gran pastor).

Cuando David dice Jehová es mi pastor no está diciendo que el Señor, en un sentido teórico o simplemente doctrinal es un pastor para las personas, sino que el Señor era un pastor personal y real para el mismo. Él podía decir, “Jehová es mi pastor”, basado en su experiencia y relación personal con Dios. David no se sentía tan solo un miembro del rebaño, sino como una oveja única y personal. La frase Jehová es mi pastor está cargada de una profunda confianza que refleja confianza y cercanía. De ahí deriva la fortaleza y completa dependencia de Dios.

David, que pasó su niñez cuidando los rebaños de ovejas de su padre (1 Samuel 16:11,19;17:15), sabía mucho sobre el corazón de un pastor. Y por eso comparó su relación con Dios con la de las ovejas y el pastor, la cual transmite la imagen del tierno cuidado, guía y protección que el pastor prodiga a sus ovejas.

Recociéndome como oveja

“Una oveja es un objeto de propiedad, no un animal salvaje; su propietario le da mucha importancia y, con frecuencia, se compra a un precio excelente. Es bueno saber, con tanta certeza como lo hizo David, que pertenecemos al Señor. Hay un noble tono de confianza en esta frase. No hay “si” ni “pero”, ni siquiera “eso espero”, sino que él dice: el Señor es mi pastor” (Spurgeon). La frase el Señor es mi pastor refleja una convicción y una confianza muy profunda. Él no dice: Jehová es el pastor de todo el mundo, y dirige a la multitud como su rebaño, sino que, a modo personal, Jehová es mi pastor.

La relación de la oveja con su pastor es de dependencia total y sujeción completa. Este salmo no aplica a los autosuficientes. La oveja no puede sobrevivir por sí misma, sino que requiere del apoyo y cuidado de su pastor. En el lenguaje del Nuevo Testamento, este salmo es paralos pobres de espíritu que Jesús describió en el sermón del monte (Mateo 5:2).

Para apropiarse de la expresión Jehová es mi pastor, primero debemos sentirnos una oveja por naturaleza, porque no podemos saber que Dios es nuestro Pastor a menos que sintamos en nosotros mismos que tenemos la naturaleza de una oveja. Eso implica reconocer las propias carencias, la dificultad para lidiar con las tentaciones, la tendencia natural a pecar. Una oveja representa a una persona carente de méritos para llevar a cabo la vida espiritual.

“Una oveja, dice Aristóteles, es una criatura insensata y perezosa … más apta de cualquier cosa para perderse, aunque no sienta necesidad, y sea incapaz de regresar … una oveja no puede moverse para salvarse de las tempestades o inundaciones; allí está y perecerá, si no es dirigida por el pastor” (Trapp). Cuando a las ovejas se las abandona a su suerte, son animales vulnerables e indefensos, incapaces de satisfacer sus propias necesidades. Sin pastor, las ovejas se dispersan y se pierden. Si no permanecen cerca del refugio y la protección del pastor, no tienen esperanza de sobrevivir a los ataques de lobos y otros depredadores.