Plan Mensual "Lámpara a Mis Pies" - FEBREROMuestra

“Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa" (Hebreos 6:15).

Todos queremos la promesa, pero ¿estamos dispuestos a esperar pacientemente por su cumplimiento? Aquí el escritor de Hebreos esta hablando de Abraham, de como él, al haber esperando con paciencia, alcanzó la promesa. Veamos algunos textos de Génesis para ver cuánto tuvo que esperar Abraham.

• “Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán" (Génesis 12:4).

Abraham salió inicialmente con setenta y cinco años al lugar que Dios le habló y prometió.

• “Era Abram de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael" (Génesis 16:16).

De setenta y cinco a ochenta y seis años son once años. Por más de 10 años Abraham esperó y no vio ningún tipo de evidencia de la promesa, entonces decidió “ayudarle” a Dios.

El resultado no fue un Isaac pero un Ismael.

Todas las veces que somos impacientes y tomamos las cosas a nuestra manera terminamos agregándonos más problemas a nosotros mismos.

Han pasado cuatro mil años y todavía vemos la consecuencia de la “ayuda” de Abraham.

• “Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo" (Genesis 21:5).

De 86 años a 99 años son 13 años. 13 años en el silencio de Dios porque Abraham salió y tuvo su propia iniciativa. Es una gran lección la que recibimos y la que tuvo Abraham de la verdadera espera en la promesa.

Fue después de su primer error que Abraham aprendió la lección de la paciencia y “¡Esperando con paciencia, alcanzo la promesa!”.

La espera no es tiempo perdido, ¡la espera es tiempo de crecimiento!