Devocional Mayo "Lámpara a mis pies"Muestra

“Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían” - Hechos 16:25

Pablo y Silas acababan de ser azotados, golpeados y encarcelados, y aunque aparentemente estaban en una situación “difícil” estaban más libres que todo el resto, y esto se ve reflejado en lo que hicieron en medio de la cárcel.

Lo primero que quiero notar es la hora, era la hora más oscura, la hora de más silencio, la hora donde muchas veces el enemigo quiere entrar y traer la duda o el temor en medio de una situación adversa. Pero en la hora más oscura, donde había más tinieblas ¿Cual fue la respuesta de Pablo y Silas? Lo primero que hicieron fue orar. La oración debe ser tu primera opción, pero para muchos es la última. Ya cuando hicieron de todo y no vieron salida es cuando recuerdan orar, pero para Pablo y Silas la oración fue la primera opción.

De la oración nació la genuina adoración. La palabra dice que los presos los escuchaban, posiblemente preguntándose ¿Cómo es posible adorar a la medianoche en una prisión? Pero esa es la libertad que Cristo te da, que aún a la media noche, aún en una prisión encuentras las fuerzas para adorar con libertad.

Lo que sucedió después fue fruto de la adoración, “Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron".

La fe, la oración, y la adoración de Pablo y Silas no solo cambió su situación sino la de todos los prisioneros presentes. La lección que obtenemos es que hay situaciones que tendremos que pasar, momentos donde tenemos nuestra “medianoche” y es aquí donde nuestra fe, nuestra oración, nuestra adoración, nuestra actitud diferente no solo nos sacará a nosotros de esa situación sino también sera de liberación para muchos que se encuentran en situaciones similares.

La oración y la adoración cambiarán tu historia.