Se llama GraciaMuestra

La Gracia que busca.

Devocional

Debemos comenzar pensando en que la gracia de Dios no se gana, se recibe. No importa cuán lejos estemos, su amor corre hacia nosotros. Como el padre que abraza al hijo pródigo, así es la gracia: ESCANDALOSAMENTE generosa.

Antes de ser salvos la gracia de Dios ya está presente, y es que su amor nos busca antes que nosotros a Él.

Dios no nos obliga, pero nos invita, de hecho, antes de que pensemos en Dios, ¡Él ya está pensando en nosotros!

Oración: Padre nuestro, gracias por amarme incluso antes de que yo supiera quién eres. Gracias por esa gracia que me llamó cuando aún no te conocía, por tocar mi corazón sin yo buscarte. Hoy entiendo que siempre estuviste ahí, llamándome a ser tu hijo. Ayúdame a responder a ese llamado con fe y con un corazón noble.