Servir, Usar El Poder Con PurezaMuestra

Jesús sabía que el tiempo en la tierra se acaba y quería dejar una enseñanza memorable a sus discípulos antes de partir. No se trataba de debatir si debía lavar los pies de Judas o no, el servicio que Jesús modeló no sucumbía a las comparaciones humanas, era la expresión de su naturaleza, un acto soberano, y una lección eterna para transformar su manera de entender el poder. Mientras tanto los discípulos, atrapados en su propia reflexión sobre quién era el más grande, dejaron que la cena empiece sin sentirse aludidos sobre quien se haría cargo de lavar los pies de los demás. Jesús aprovechó la ocasión perfecta para volcar su enseñanza sobre tres principios que desmantelan el modelo de servicio basado en victimización o en simple intercambio.

Primero servimos con un sentido urgente de propósito, nuestro tiempo en la tierra es una sombra que pasa comparada con la eternidad, Jesús sabía que regresaba al Padre, nadie puede darse el lujo de debatir quién debe servir a quien cuando se es consciente que se trata de algo más trascendente que todos debemos impulsar.

Segundo, recuerda que el servicio es un acto de conciencia y naturaleza. Consciencia de la autoridad que tienes para contribuir a que las cosas sucedan y expresión de la naturaleza amorosa del Dios que adoramos. Servimos porque amamos y somos amados, quien busca amor eterno fuera de Dios ya se perdió y quien quiere hacer del servicio el propósito de su vida sin vivir el amor pierde la esencia del servicio a la manera de Jesús.

Tercero, servimos conscientes de quién somos, no como víctimas, no para pagar una deuda ni para conseguir un puesto. Por eso Jesús servía con autoridad y nosotros con su autoridad y poder delegado. Un estudio por las palabras hebreas y griegas sobre el poder me llevó a entender que el poder es la capacidad delegada por Dios para el cumplimiento de sus propósitos, sostiene, logra y edifica, por eso es una herramienta del Espíritu Santo que obra en el creyente y permite el servicio amoroso a los demás sin imponer ni dominar.

No se trata de servir para luego ser servido. Se trata de reflejar el corazón del Creador, quien sostiene el universo a través de un servicio que transforma, edifica y da vida. ¿Somos conscientes de esto? ¿Cómo cambia nuestra manera de ver el servicio?