La Carrera De La Fe: 4 Etapas Para La MetaMuestra

1. LA PREPARACIÓN - mantén la disciplina
   1 Corintios 9:24-27 (NVI)
   ¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero solo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener una corona que se echa a perder; nosotros, en cambio, por una que dura para siempre.

Como era común entre los filósofos y sabios, Pablo utiliza la analogía de una carrera para destacar dos elementos fundamentales de la vida cristiana: la disciplina y el sacrificio. Dentro del contexto deportivo, la preparación hacia la meta es larga y ruda, requiere de horas de entrenamiento, constancia y superación. De hecho, en el contexto de Pablo, quienes participaban en las competencias olímpicas debían jurar por Zeus que entrenarían estrictamente durante diez meses antes de las competencias. Era un verdadero compromiso.

Con esa idea en mente, Pablo lanza un desafío: ser disciplinados en su fe y coherentes con su manera de vivir. Su carrera no es efímera, es la vida misma. La meta no es pasajera, es eterna. Por tanto, tu preparación como cristiano debería exigir mayor esfuerzo y compromiso. Pablo mismo entendía que era necesario sacrificar sus propios deseos para no ser descalificado y perderse de la corona: la vida eterna. Hoy, la nota es la misma. ¿Cómo estás viviendo? ¿Tu vida refleja compromiso o es apenas una ilusión? Seguir a Cristo requiere sacrificio, implica tomar todos los días nuestra cruz y seguirle. No siempre habrá motivación, no siempre nos sentiremos apasionados por hacerlo, pero siempre valdrá la pena continuar.

¿Cómo entrenas en la vida cristiana? Seguro para todos llega a ser diferente. Pero, en general, nos preparamos viviendo lo que predicamos, avanzando en fe, descansando en la soberanía de Dios cuando no hay respuestas, agradeciendo por lo que tenemos y reflejando el amor de Dios sin acepción. No se trata de accionar para merecer, sino de reflejar lo que somos y a quién seguimos.

Aplicación:
Hoy, cuestiona si tu “preparación” y constancia realmente te llevarían a la meta o te descalificarían. Identifica un área de tu vida que necesita ser “entrenada” o en la que necesitas ser más intencional; puede ser tu salud, tus pensamientos, tu carácter, etc. El punto no es culparte por “hacerlo mal”, sino redireccionarte hacia el camino correcto y mejorar.