¿Que Te Vas a Poner Hoy?Muestra

Vamos a su presencia a rendirle nuestros problemas y aflicciones. Ahí, en ese acto de entrega, Él quita la angustia, el dolor y la tristeza, y nos reviste con un manto de alegría.

En Isaías 61:3, nos habla que Dios cambia nuestras vestiduras:
De aflicción a gozo, y de angustia a alegría.
La Palabra también nos recuerda: “Que en su presencia hay plenitud de gozo.”

Pero tal vez hoy me digas: Entregué todo mi dolor, mis problemas… Pero sigo sintiéndome triste. No siento ese gozo del que me hablas.

Te entiendo, Muchas veces creemos que al orar todo va a arreglarse al instante, pero no siempre es así.
Recuerdo haberme sentido con una tristeza inmensa y sin esperanza, Pero aprendí que la fe no depende de lo que sentimos, sino de creerle a Dios. Cuando comencé a caminar en fe, confiando en Él, las cosas empezaron a cambiar.

Algo que me ayudó cada día a experimentar ese manto de gozo fue el agradecimiento.
La ciencia misma lo confirma: Según datos científicos la gratitud mejora la salud, reduce la ansiedad, aumenta tu energía… ¡Y te hace más feliz!
Y aunque a veces creas que no tienes mucho porque agradecer, siempre hay algo por lo cual dar gracias: Por ese café de la mañana, el techo que te cubre, tus seres queridos o simplemente la oportunidad de vivir un día más.

Dios, nuestro Padre y nuestro Creador, lo sabe y por eso nos dice en su palabra una y otra vez “Dad gracias en todo.” ¡Y por todo! El agradecimiento cambia tu enfoque.Ya no miras lo que te falta, sino lo que sí tienes.

¿Y sabes? hay una gratitud aún más poderosa: dar gracias por lo que aún no tienes. Eso es gratitud en fe. Cuando oras y agradeces antes de ver la respuesta, estás declarando: “Sé que Dios es fiel, que nunca falla, que siempre llega a tiempo y que su voluntad es perfecta.” Ese tipo de agradecimiento te cubre con el gozo de Dios. No una alegría momentánea, si no un gozo continuo.

Quiero animarte a que hagas esto hoy, haz pausas para agradecer los detalles mas pequeños, hasta por lo que das por un hecho. Verás cómo tu corazón empieza a llenarse de gozo.

Oración del día:
Señor, gracias por tantas bendiciones. Señor, ayúdame a ser consciente de ellas y a no darlas por hecho. Aunque sigo esperando respuestas, en Ti pongo mi confianza. Gracias por tu amor incondicional. Gracias por todo lo que me has dado y por lo que aún está por venir. Padre, no permitas que nada robe mi gozo.
En el nombre de Jesús, amén.