De la prueba al propósitoMuestra

¿Alguna vez has tenido un sueño tan grande que otros se han reído de él… pero aun así no logras sacarlo de tu corazón?

Todos tenemos un sueño que Dios puso en el corazón. Pero no todos lo ven. A veces los que más amas son los primeros en decirte: “Eso no es para ti”, “No tienes con qué”, “Bájate de esa nube”. Y esas palabras duelen más que cualquier golpe.

Eso me recuerda la historia de José (Génesis 37). Él también fue criticado por soñar. Lo llamaron orgulloso, exagerado, hasta loco. Pero lo que sus hermanos llamaron arrogancia… Dios lo llamaba propósito.

Y aquí va una verdad que casi nadie quiere escuchar:
Puedes estar soñando, recibiendo promesas, creyendo… y aun así, el proceso puede tomar años. Dios no trabaja a prisa. Él no construye destinos con prisa, construye carácter. Y a veces, mientras tú sigues soñando, la mayoría se burla porque todavía te ve en la misma situación, luchando, sufriendo, esperando.
Pero aunque no lo entiendas hoy, Dios es fiel aun cuando su silencio parece olvido.

Tal vez hoy estás a punto de rendirte porque nadie te apoya. Pero recuerda esto:

El sueño que Dios te dio no necesita aprobación humana. Solo necesita tu fe.

Aunque hoy los demás no lo entiendan, un día verán lo que Dios vio en ti desde el principio.

Hace años, escuché la historia de una chica llamada Karen, la cual soñaba con ser misionera local. Ella quería abrir una cafetería donde, además de vender café, pudiera orar por las personas. Sus propios padres le dijeron: “Con oraciones no se paga la renta”. Al escuchar de sus mismos padres, este tipo de comentarios, se desanimó, pero siguió orando. Para no hacer la historia larga (porque pasaron años), un día, un cliente de la panadería donde trabajaba le dijo: “No sé por qué, pero siento que debo ayudarte a cumplir el sueño del que me hablaste hace años”. Platicaron, hicieron una sociedad, él puso el dinero y ella su talento. Hoy tiene una cafetería donde en cada taza imprime un versículo bíblico… y la gente le pide oración más que café.

Lección del día:

Si Dios puso el sueño, Él pondrá también los recursos. Lo único que no puede poner por ti… es la decisión de creer.

Oración:
Señor, aunque otros no lo entiendan, decido creer lo que Tú dices de mí. Aviva mis sueños y quita de mí todo miedo, burla o inseguridad. Que mi fe sea más fuerte que las opiniones. Amén.

Desafío de hoy:
Escribe ese sueño que dejaste en pausa. Hoy lo vuelves a poner en las manos de Dios.

Versículo:

“Porque Jehová cumplirá su propósito en mí” (Salmo 138:8).

Recuerda:

Los sueños de Dios no caducan; solo esperan tu paso de FE.

Recomendación:

"Diosidencias" nació con un propósito sencillo pero poderoso: contar historias reales donde lo que parece casualidad, en realidad es Dios guiando cada detalle. Son testimonios que muestran que Él se mueve en lo cotidiano, que abre puertas cuando nadie más puede, y que incluso en los momentos más difíciles deja huellas de su presencia. Por eso el nombre: Diosidencias, porque cuando Dios interviene, ya no son coincidencias.
Busca el podcast "Diosidencias" en Spotify, Youtube o Amazon Music y escucha de la Temporada 2 el episodio 41 - "Él cumple sueños".