Dios y Yo: Devociones del Ministerio Tiempo de Gracia Muestra

Dios y mi iglesia ¿Puedo hacer una confesión? Necesito mi iglesia de la misma manera que los miembros de AA necesitan sus reuniones. Con toda seguridad, la relación primordial de Dios con su pueblo es con cada uno como individuo, pero también tiene grandes bendiciones para darnos por medio de la familia espiritual, y las anhelo intensamente. En la congregación tenemos las bendiciones de ser enseñados, bautizados, alimentados con la Cena del Señor, consolados, animados, invitados a servir, tener responsabilidades. Dentro de la iglesia, el círculo de amigos se multiplica enormemente. Dentro de la iglesia, Satanás encuentra mucho más difícil el logro de su propósito de confundirnos y manipularnos. Por medio de la iglesia podemos extender el evangelio de manera mucho más eficaz y a una escala mucho más amplia. Lo mejor es adorar juntos; note los plurales en este versículo: “Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová, nuestro hacedor, porque él es nuestro Dios; nosotros, el pueblo de su prado y ovejas de su mano” (Salmo 95:6,7). Dentro de un grupo, parece que la fe llega a ser contagiosa; cada miembro es animado por los que cantan, animado por el testimonio de fe que dan otros, atraído a las oraciones, alegrado por un oído que escucha con simpatía, abrazado en las dificultades y edificado por los maestros talentosos de la Palabra de Dios. Por encima de todo, Dios sonríe cuando su nombre se aclama en la alabanza. Cada semana hay magia celestial en la casa de Dios.Dios y mi iglesia ¿Puedo hacer una confesión? Necesito mi iglesia de la misma manera que los miembros de AA necesitan sus reuniones. Con toda seguridad, la relación primordial de Dios con su pueblo es con cada uno como individuo, pero también tiene grandes bendiciones para darnos por medio de la familia espiritual, y las anhelo intensamente. En la congregación tenemos las bendiciones de ser enseñados, bautizados, alimentados con la Cena del Señor, consolados, animados, invitados a servir, tener responsabilidades. Dentro de la iglesia, el círculo de amigos se multiplica enormemente. Dentro de la iglesia, Satanás encuentra mucho más difícil el logro de su propósito de confundirnos y manipularnos. Por medio de la iglesia podemos extender el evangelio de manera mucho más eficaz y a una escala mucho más amplia. Lo mejor es adorar juntos; note los plurales en este versículo: “Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová, nuestro hacedor, porque él es nuestro Dios; nosotros, el pueblo de su prado y ovejas de su mano” (Salmo 95:6,7). Dentro de un grupo, parece que la fe llega a ser contagiosa; cada miembro es animado por los que cantan, animado por el testimonio de fe que dan otros, atraído a las oraciones, alegrado por un oído que escucha con simpatía, abrazado en las dificultades y edificado por los maestros talentosos de la Palabra de Dios. Por encima de todo, Dios sonríe cuando su nombre se aclama en la alabanza. Cada semana hay magia celestial en la casa de Dios.