No Tengas Miedo: Devociones del Ministerio Tiempo de GraciaMuestra

Dios ama con paciencia hasta a los pródigos Cuando esté sufriendo por un hijo “perdido”, compruebe cómo están su pulso y su respiración; si está vivo, hay esperanza. Dios ve las cosas a largo plazo, y es paciente, paciente, paciente; espera y espera, esperando que llegue la oportunidad. Finalmente, hasta los enojados rebeldes se apagan, porque toda fuerza que no es de Dios tarde o temprano se vuelve destructora. Toda fuerza que no es de Dios, va a causar quebrantamiento y temor, no satisfacción. Jesús contó una historia de todos los tiempos sobre un padre que tenía dos hijos; uno "bueno" y uno "malo". El malo pidió su herencia por anticipado y la dilapidó; después, cuando estuvo en la pobreza y sin amigos, entró en razón y le pidió al padre que tuviera misericordia de él. Aquí hay esperanza para todos los pródigos, y también hay esperanza para los pródigos que haya en su familia. El perdón de Jesús es lo suficientemente grande como para cubrir cada uno de los pecados de los jóvenes rebeldes. Mientras estén vivos, hay tiempo y hay esperanza: “El Señor es tierno y compasivo; es paciente y todo amor. No nos ha dado el pago que merecen nuestras maldades y pecado” (Salmo 103:8,10).