Adoración de AdvientoMuestra

Amor.

Lucas 1:26-28

A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. El ángel se acercó a ella y le dijo: “¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo.

Todos hemos recibido malos regalos. Y no me refiero al ¿"me compraste este suéter feo”?, tipo de mal regalo. Me refiero al tipo de regalo que se siente más como una expectativa en papel de regalo festivo. Este tipo de regalos, de hecho, no son regalos en absoluto. Son transacciones, y muchas veces, manipuladoras.

María obviamente también había recibido malos regalos antes. Su respuesta lo dice todo.

Lucas 1:29

“Ante estas palabras, María se perturbó, y se preguntaba que podría significar este saludo.”

Es como si María se preguntara a sí misma “¿Qué tipo de regalo es este? ¿Qué quieres de mí? ¿Qué me estoy perdiendo de este escenario demasiado bueno para ser cierto?”

La vida nos enseña a esperar una trampa. Esperamos a que nuestra “suerte se acabe.” Pensamos que en algún momento llegará un cobro, y no podremos pagarlo. Sentimos la pesada expectativas de la vida y, la mayoría de las veces, sentimos que apenas estamos a la altura. Ponemos las expectativas en los demás y nos decepcionamos cuando no están a su altura.

Esta es la vida en la transacción.

Pero, el amor de Dios es diferente. Él nos recuerda, junto con María, “no hay trampa.”

Lucas 1:30

Y el ángel le dijo, “No tengas miedo, María, Dios te ha concedido Su favor, le dijo el ángel.

La “persona favorecida” necesita recordar que ha “encontrado el favor de Dios.” Todos necesitamos recordarlo.

C.S. Lewis en su libro “los cuatro amores” describe algo llamado regalo-amor.

Regalo-amor es lo opuesto a transacción. Regalo-amor es un tipo de amor que no espera ni requiere reciprocidad. Depende totalmente del dador. Con este tipo de amor, el receptor solo tiene que recibir.

Este es el tipo de amor que Dios tiene para nosotros. La única respuesta adecuada a este tipo de amor es una respuesta pasiva-activa. Es la postura de un corazón inclinado a recibir. No dice “voy a hacer que esto suceda” sino simplemente, “déjalo ser.”

Lucas 1:38

“Y María dijo, “Aquí tienes a la sierva del Señor., contestó María, que Él haga conmigo como me has dicho.”

María se entregó a Dios, no por compulsión, deber o tensión — sino por amor. El regalo-amor de Dios produjo amor en María.

Este es el punto más controvertido para todos los amantes de las transacciones (léase: todos).

¡>¡El amor-regalo es generativo! ¡Genera amor! El amor-regalo produce espontáneamente y desde el corazón aquello que el amor-transacción, con toda su obsesión por el ojo por ojo, solo puede fingir.

Si no me crees, aquí está la respuesta de María al regalo - amor de Dios:

Lucas 1:46-55

Y María dijo,

”Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios, mi Salvador, porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí. ¡Santo es su nombre! De generación en generación se extiende su misericordia a los que le temen. Hizo proezas con su brazo; desbarató las intrigas de los soberbios. De sus tronos derrocó a los poderosos, mientras que ha exaltado a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes, y a los ricos los despidió con las manos vacías. ¡Acudió en ayuda de su siervo Israel y, cumpliendo su promesa a nuestros padres, mostró su misericordia a Abraham y a su descendencia para siempre.”

!

María usa la forma de”! Él ha hecho esto!”, nueve veces en este corto poema enfocado verticalmente. “¡Se trata de Él y de lo que ha hecho! Cuando estás tratando con el Dios del regalo de amor, no puedes evitar el notar las formas en que Él ama.

Esta Navidad, recuerda que el amor de Dios es un regalo. Solo un regalo de amor.

Déjalo ser.

…

Oración:

Señor, recuérdame tu regalo de amor. Ayúdame a recibirlo. ¡Déjalo ser!

Práctica:

Haga una lista de las formas en la que siente que su relación con Dios ha sido transaccional. ¿Cuáles son los hábitos o formas de pensar de “sé esto o lo otro” o “haz esto o lo otro” que puedes confesar y arrepentirte 

? Una vez que hayas reconocido tus propias tendencias de amor transaccional, agradece a Dios que su amor no se parece en nada al tuyo.

Escribe una oración de alabanza, una oración enfocada verticalmente, agradeciéndole por Su regalo de amor.