Héroes: Devociones de Tiempo de GraciaMuestra

Vencer: Marcos Las dos primeras menciones de este hombre que se hacen en el Nuevo Testamento no son especialmente halagadoras, y a veces me hubiera gustado que no me hubieran puesto su nombre. Probablemente es el joven que huyó desnudo del Jardín de Getsemaní, porque cuando los guardias del templo intentaron de capturarlo, sólo atraparon su ropa. Huyó desnudo, dejando la vestidura en sus manos (Marcos 14:51,52). Todo empeoró después: acompañó a Pablo en el primer viaje misionero, pero no resultó digno. “Bernabé quería llevar con ellos a Juan, al que también llamaban Marcos; pero a Pablo no le pareció conveniente llevarlo, porque Marcos los había abandonado en Panfilia y no había seguido con ellos en el trabajo” (Hechos 15:37,38). Así que fue un fugitivo y desertor; pero maduró y cambió. Al crecer en la fe, creció también en vigor y en energía espiritual. El apóstol Pedro estimó tanto su trabajo, que en 1 Pedro 5:13 dijo que era “mi hijo Marcos”. La mayoría de los estudiosos creen que Pedro proporcionó, como testigo presencial, el material para la biografía de Jesús que escribió Marcos y que se convirtió en el segundo libro del Nuevo Testamento. Esto es lo que me gusta de “Juan” Marcos: no permitió que las fallas y los fracasos de su vida anterior lo caracterizaran de forma permanente. Cuando Dios le hizo saber que todavía tenía una tarea para él, respondió al llamado. La gracia de Dios le ayudó a recuperarse. Marcos me ayuda a recordar que mi Dios está más interesado en mi futuro que en mi pasado. Y en el suyo también.