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Abrahán y Abimelec#12.10-20; cf. Gn 26.6-11.
1Abrahán partió del lugar donde estaba hacia la tierra del Neguev, acampó entre Cades y Shur, y habitó como forastero en Gerar. 2Allí Abrahán decía de Sara, su mujer: «Es mi hermana».
Entonces Abimelec, rey de Gerar, envió por Sara y la tomó. 3Pero Dios vino a Abimelec en sueños, de noche,#15.12+. y le dijo:
—Vas a morir a causa de la mujer que has tomado, porque ella es una mujer casada.
4Pero como Abimelec aún no se había acostado con ella, le respondió:
—Señor, ¿matarás también al inocente? 5¿No me dijo él: «Mi hermana es», y ella también dijo: «Es mi hermano»? Con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto.
6Le dijo Dios en sueños:
—Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto. Y también yo te he detenido de pecar contra mí; por eso no he permitido que la toques. 7Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido, porque es profeta y orará por ti para que vivas. Pero si no la devuelves, debes tener por seguro que morirás tú con todos los tuyos.
8A la mañana siguiente se levantó Abimelec y llamó a todos sus siervos. Contó todas estas cosas a oídos de ellos, y los hombres sintieron mucho temor. 9Después llamó Abimelec a Abrahán y le dijo:
—¿Qué nos has hecho? ¿Qué pecado cometí contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan gran pecado? Lo que no debiste hacer has hecho conmigo.
10Dijo también Abimelec a Abrahán:
—¿Qué pensabas al hacer esto?
11Abrahán respondió:
—Dije para mí: «Ciertamente, no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer». 12Pero ella a la verdad es también mi hermana, hija de mi padre, aunque no hija de mi madre, y la tomé por mujer. 13Cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: «Te pido este favor: En todos los lugares adonde lleguemos, dirás de mí: “Es mi hermano”».
14Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, siervos y siervas, se los dio a Abrahán y le devolvió a Sara, su mujer. 15Y dijo Abimelec:
—Mi tierra está delante de ti; habita donde bien te parezca.
16Y a Sara dijo:
—A tu hermano le he dado mil monedas de plata. Eso te cubrirá como un velo a los ojos de todos los que están contigo, y ante todos. Tu honor está a salvo.
17Entonces Abrahán oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec, a su mujer y a sus siervas, las cuales tuvieron hijos, 18porque el Señor, a causa de Sara, mujer de Abrahán, había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec.