ValienteSample

Salta

Ayer hablamos de nuestros miedos e inseguridades. Hoy nos toca saltar. Sí, hoy es tu día para empezar a ser valiente. A mi siempre me ha costado mucho predicar el evangelio a gente desconocida. Me da miedo que me miren mal o que se rían de mí. Pero el año pasado, durante la campaña evangelística de Monzón decidí pensar menos y actuar más. Ese día decidí que no iba a tener miedo a evangelizar y que todas las excusas que normalmente me impedían compartir a Cristo con otros simplemente no iban a tomar lugar en mi cabeza. Salimos a una plaza para organizar un evento evangelístico y cogí las pulseras de los colores del evangelio. Me dediqué a buscar a gente que estuviera deambulando entre los diferentes puestos y empecé una vez tras otra con la sencilla pregunta, “¿te gustaría tener esta pulsera?” Las respuestas de las más de 10 personas con las que hablé fueron mucho más positivas de lo que me esperaba, y me sorprendí al final de una conversación con tres adolescentes cuando contestaron afirmativamente a la pregunta del millón “¿quieres aceptar a Jesús en tu vida?”

Lee Mateo 28:18-20 y contesta a las siguientes preguntas. 

"Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo:

—Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo."

¿Cómo crees que se sintieron los 11 discípulos cuando Jesús les dio ese mandato? ¿Por qué crees que Jesús dice “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”? ¿Por qué crees que Jesús reserva este mandato para los últimos instantes de su presencia física en la Tierra? 

Los discípulos deben haberse sentidos muy intimidados. Ir a… ¿todas las naciones? Se cree que en el primer siglo había 230 millones de habitantes en el mundo y entre 11 personas debían alcanzar a todos y cada uno de ellos. Una tarea aparentemente imposible, pero después de ver los milagros de Jesús, la forma en la que trataba a los pecadores y sobre todo después de verle morir y resucitar, seguramente no les faltaría motivación. Si te falta motivación, conocer más a Jesús incrementará tus ganas de compartir con otros lo que él ha hecho por ti y por el resto de la humanidad. 

Además, Jesús reconoce tener toda autoridad en el cielo y en la tierra. Esa autoridad que Jesús reconoce poseer es entregada a los discípulos para que no tengan miedo de cumplir su misión. Asimismo, nosotros recibimos esa autoridad cuando creemos en él. ¿De qué debemos temer si él está de nuestro lado? Nuestra tarea es proclamar la verdad, el Espíritu es el que toca los corazones. Al fin y al cabo que una persona se convierta o no, no depende de nuestras habilidades. Debemos confiar en que Dios hará su obra en los corazones que le están buscando. El día que yo decidí pensar menos y actuar más, fue el día que el Espíritu Santo pudo utilizarme para alcanzar a esas tres adolescentes. ¿Vas a dejar que él te use hoy?