YouVersion Logo
Search Icon

Días GrisesSample

Días Grises

DAY 3 OF 3

Cuando era niño, solía ser excluido por una gran parte de los muchachos en mi colegio. No puedo decirte que era el popular, ni tampoco aquel por quien todas las chicas se derretían. Estaba entre los marginados, esas personas que todos saben que existen, pero a quienes no hay que acercárseles demasiado porque son raros.

Por gracia de Dios, nunca estuve solo en ese grupo: había otros tres. Uno de ellos tenía el síndrome de Asperger; los otros dos eran gemelos y al nacer tuvieron una serie de complicaciones que les afectaría su futuro. Desde niños, ellos fueron coleccionando cicatrices de operaciones en el cerebro y en el corazón. Las complicaciones afectaron su motricidad (no podían correr demasiado porque si su corazón se agitaba se desencadenarían graves consecuencias). Además hablaban muy pausado por una cuestión cerebral. Imagínate ese grupo de 4 muchachos marginados a quienes algunos los apodaban como defectuosos. Yo no tenía ninguna enfermedad, pero, de todas formas, era raro para muchos.

Así que, por eso entiendo a muchos que pasan hoy en día por el pasillo de la exclusión. No solamente te sientes marginado, sino que también te lo hacen sentir. Muchos hoy en día no son solamente excluidos en su colegio, sino también en las iglesias (por su manera de ser o de vestir).

A lo mejor no encuentras un lugar en la sociedad por tu color de piel, a lo mejor te discriminan por tu situación financiera o tu situación migratoria y te llaman de manera despectiva: inmigrante.

Lo que es peor, puede ser que te sientas marginado por Dios. Sientes que Dios no desea nada contigo por lo que eres. Pues déjame decirte que te equivocas: Él gusta de ti y te elige una y mil veces. Él no es como la sociedad: la sociedad puede hacerte a un lado, pero Dios te da un lugar a su lado. 

No sé si te sientes defectuoso, como yo en el colegio porque nadie nos escogía por ser raros y diferentes. No sé lo que te han dicho, pero no lo creas. Dios te dice eres linaje escogido. ¡Créeme, eres digno! Más vale que te sientas digno porque hubo un hombre que fue a una cruz por ti. No lo merecíamos ni tú ni yo, no merecíamos tanto amor, pero Él, con brazos abiertos, nos dijo en una cruz y nos sigue diciendo todos los días de nuestras vidas: "ERES DIGNO". No existe y no habrá defecto que te haga menos digno de su sacrificio. 

Si tu vida se ha tornado gris, ve con Aquel que puede pintar de colores tu vida; ve con Aquel que da las mejores caricias, esas que llenan el alma. Oro para que, en tus días grises, encuentres a Aquel que puede darle color a tus nubes.

Gracias por completar este devocional.
Si fue de bendición me encantaría que me escribas y me cuentes.  https://www.instagram.com/josemoralessm/   

Day 2