Perdidos EncontradosSample
El dracma que era la moneda de la época significaba mucho para las personas, puesto que era una cantidad grande dinero para esa época. Pregunto, ¿Quién quisiera perder una cantidad de dinero? No deseamos ni que un dólar se escape de nuestra cartera.
Estimado lector, sepa que a mí personalmente me gusta imaginar lo que no está escrito, así que yo imagino que probablemente ella era pobre o no tenía posibilidades económicas al ver la reacción de ella al perder tan solo una moneda de esas. Me doy cuenta de que a lo mejor no tenía una buena economía. Me doy cuenta de que era toda una tragedia.
Historiadores afirman que las casas de esa época no poseían ventanas y es por eso que la parábola dice que ella encendió la lámpara por falta de iluminación. Y agrégale que las lámparas de aquel tiempo no funcionaban como las que nosotros conocemos. En aquella época usaban aceite lo cual significaba un costo monetario también, pero no le importo por buscar la moneda perdida.
Empieza a barrer, yo imagino esta escena como la de toda madre que recibirá visita y sabe que la casa tiene que estar impecable así que la imagino a esa mujer limpiando de arriba abajo la casa.
Y es tanto el afán de buscarla que ahora lo hace minuciosamente, analizando cada parte de la casa, sin dejar pasar ningún detalle. Una búsqueda apasionante por una sola moneda.
La mujer por fin encuentra la moneda y la imagino como alguien de nosotros que busca algo desmedidamente y cuando lo encuentra exclama un “Al fin” o “Te encontré” y a la vez siente una paz enorme que la embarga, pero no se queda con ese sentimiento. Si no que siente tanto el gozo que va y avisa a todos y hace fiesta
Esto nos vuelve a ilustrar el anhelo de Dios de rescatarnos, el deseo desmedido y apasionado de encontrarnos, cueste lo que cueste, él dará vuelta a la casa para encontrarte y si es posible gastara todo el aceite para buscarte.
Te sentías sin valor, para Dios siempre has tenido un valor, y ese valor no cambia, sigues siendo la niña de sus ojos, sigues siendo el deseo apasionado de Dios. Es tanto el amor apasionado de Dios, que hace más de 2000 años nos sigue gritando a través de un madero: “te amo y te encontraré donde sea que tu estés”
Scripture
About this Plan
¿Alguna vez te has preguntado qué tan valioso eres para Dios? No importa las circunstancias que puedas estar atravesando, si te sientes cada día más lejos de Él o si no sabes si eres todavía digno para poder reencontrarte con el Rey. La respuesta es sencilla: El amor de Dios es incansable y nunca se rinde por nosotros.
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