Desarrollando una amistad con El Espíritu SantoSample

Día 4.  Aprende de Él:

Me encanta hablar, pero un día me di cuenta de que me costaba un poco escuchar a los demás. Era del tipo de personas que hablaba durante horas, pero cuando alguien iba a contarme algo, en ocasiones me quedaba dormida. Con esto comprendí que, incluso, en nuestra relación con el Espíritu Santo no todo es pedir y esperar que Él me dé, sino también escucharlo a Él, saber qué le gusta para poder aprender de Él. 

El anhelo del Espíritu Santo es que podamos crecer para así llevar a otros a tener una relación linda con Él, como la que tú has estado construyendo a lo largo de estos días. 

¡Aprendamos de Él! La verdadera manifestación del Espíritu Santo obrando en la vida de un creyente es que este se vuelva cada vez más como Cristo en carácter y actos. 

A medida que nuestra amistad con Él crezca, nos pareceremos más a Él. Es como el famoso refrán del empresario, autor y orador, Jim Rohn: “Eres el promedio de las 5 personas con las que más te relacionas”. Quizás no es una verdad absoluta, sin embargo sí se acerca bastante a la realidad. Cuando pasas tiempo con alguien, se te pegan sus hábitos, y esto es tanto los buenos como los no tan buenos. Cada vez que pases tiempo con el Espíritu Santo,  tomarás mejores decisiones, desarrollarás hambre por su presencia, sabrás qué es lo que más te conviene, porque tu amigo te lo mostrará. Conocerás su voz y también su gran amor por ti. Te dará tareas a desarrollar y podrás hacerlas porque Él te acompañará. Todos sus frutos se podrán desarrollar en ti al pasar tiempo con Él. 

Desde que me casé, he podido notar que muchos de los hábitos de mi esposo se me han pegado y a veces nos reímos por la similitud que tenemos en muchas cosas. Esto mismo ocurre cuando pasamos tiempo con el Espíritu Santo. 

Él te está esperando, Él quiere enseñarte y mostrarte su voluntad para ti hoy. 

Mi oración para ti hoy es que aprendas más de Él, de su amor, de su carácter y que Él llene todas las áreas de tu vida.