Día 3

Oración para cuando hay que disciplinar a los hijos

Porque el SEÑOR disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido. 

Proverbios 3:12

Padre, hoy me presento ante ti pidiéndote sabiduría para corregir a mis hijos. Nadie me dijo cuán difícil sería ver a los hijos cometer errores y tener que corregirlos, ni cómo lo debería hacer. Sin embargo, en tu Palabra encuentro respuestas a cómo vivir mejor y estas respuestas me ayudan a manejar los desafíos de la vida, incluyendo los asociados a la crianza.

Sé que debo esforzarme en enseñarle tu Palabra a mis hijos, sin importar la edad que puedan tener. Tu Palabra y no la mía son las que tienen el poder de transformar sus corazones, sin importar en la etapa en la cual se encuentren o cuanta rebeldía pueda haber en sus corazones.

“Estas palabras que Yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”. Deuteronomio 6:6-7

Cuando me detengo y miro a mis hijos, siempre sale de mi boca la expresión: “Que rápido crecen”. La realidad es que el tiempo pasa de prisa y la rutina del día a día no nos permite aprovecharlo y ser intencionales en sembrar en ellos tu Palabra. 

Enseñarles y modelarles tu Palabra será la mejor manera de disciplinarlos. Debemos ser padres amorosos, así como Tú lo eres con nosotros. Ayúdanos a no dejar pasar las oportunidades para enseñarles y corregirles cuando se equivoquen. Que ellos puedan ver la disciplina como un acto de amor hacia ellos. 

Enséñame a corregir a mis hijos sin lastimarlos, enséñame a cuidar siempre su corazón y prepararlos para enfrentar la vida con rectitud e integridad de corazón. En el nombre poderoso de tu hijo Jesús. Amén.