Jocabed, Madre obediente Y determinadaSample

Cinco consejos que nos enseña Jocabed.

Amiga, no sé como te sientes luego de conocer, un poco más, la determinación y obediencia de Jocabed. Confieso, que he quedado frente a un gran reto como madre e hija de Dios. Enseñar, educar y criar a mis hijos en los tiempos complejos en qué vivimos, es algo que solo lograré de la mano de Dios. Definitivamente.

Gracias a las enseñanzas de esta valiente madre, podremos capturar algunos de sus consejos. Y son estos los que deseo compartir contigo.

Cinco consejos que nos enseña Jocabed:

1. Confía que Dios tiene un plan para tus hijos. Nuestros hijos han llegado a este mundo con un propósito. Ellos no son una “buena o mala” decisión en tu vida, ellos no son un “ups”. Dios te los ha dado a ti, porque tú eres la madre que ellos necesitan. Dios anhela mostrarte el plan eterno trazado para ellos. Solo debemos mantener una comunicación directa con Él para que este plan nos sea revelado.
2. Sé obediente, aunque no entiendas. Es difícil obedecer cuando no entendemos, cuando no tenemos claro el panorama. Sería fácil si tenemos un listado con la instrucciones, pero no siempre es o será así. Los pasos de fe y obediencia hablan de nuestra confianza en Dios. Es por esto, que debemos fortalecer nuestra relación con Él más que nunca. Viviendo una vida piadosa en Su Palabra y en oración.
3. Sé una madre sabia. “El principio de la sabiduría es el temor del Señor” Salmos 111:10. Cuando a esta sabiduría le añadimos una vida planificada, más que organizada, no habrá duda que nuestras intenciones, cuidados y atenciones a nuestros hijos serán de transcendencia en el Plan eterno.
4. Aprende a entregarle tus hijos a Dios. Es difícil desprendernos de nuestros hijos. Creer que Dios cuida de ellos, mejor que nosotras mismas, no es tan fácil. ¡Lo sé! A mí también me cuesta mucho. Sin embargo, es en esa fe, que vemos los milagros de Dios cumplirse. Jocabed, vio en Moisés un milagro de vida. Su hijo, ¡sí!, su hijo fue el que rescató al pueblo de Israel. ¿Puedes pensar en lo que tu hijo puede ser en las manos de Dios? De seguro, será mucho más de lo que puedas imaginar.
5. No vivas de acuerdo a las circunstancias. Esta mujer no vivía en el mejor entorno. Lo que estaba a su alrededor no era nada alentador. No obstante, no lo vio cómo una limitación. Todo lo contrario, vio oportunidad ante la mortandad, vio esperanza ante el desaliento, obtuvo fuerzas ante la debilidad, y confió a pesar de ella misma.

Esta valiente mujer fue capaz de vivir en esperanza. Fue partícipe de la gracia y perdón para el pueblo de Israel. Pionera en la fe para las madres, que hoy podemos aprender de ella. Fue el papel en blanco en el que Dios escribió una hermosa historia. Jocabed no tan solo vio el plan de Dios para sus hijos, ella vio el plan de Dios para su pueblo, para su gente, para ti y para mí. ¡Qué increíble mujer!

Oro y deseo, que lo que Dios tiene para tus hijos, puedas ser capaz de verlo, de creerlo, aunque no lo entiendas. No tengas prisa por entender, más bien, ten cuidado por aprender y escuchar lo que Dios te muestra hoy. Entendamos que somos instrumentos principales para la vida de nuestros hijos.

No pierdas la fe en ti, en tu maternidad, porque Dios no la ha perdido. Mi anhelo, amiga querida, es que podamos ser esas Jocabed para nuestros hijos y cambiamos la historia de la humanidad desde el corazón de ellos. ¿Aceptas el reto? Yo sí. Con la ayuda de Dios, siempre. Amén.