Devocional Del Día | EneroSample

Exponiendo nuestra incredulidad.

Pasaje Central: Mateo 11: 2-3 (Amplificada)
Cuando Juan en la cárcel oyó acerca de las actividades de Cristo, envió un mensaje por medio de sus discípulos. Y le preguntó: ¿Eres tú el que había de venir o debemos seguir esperando a otro?

Juan El Bautista había sido encarcelado por hablar en contra de Herodes, ahora se encontraba en la prisión y él le hizo una pregunta a Jesús: ¿Eres tú el que había de venir o debemos esperar a otro? Hay varias posturas e ideas que pueden salir de este pasaje. Una de ellas es: Quizás Juan dudó en el último momento de su vida porque estaba en un momento de aprietos y se preguntaba: ¿Será cierto todo lo que hice en mi vida? Otra postura es quizás que Juan quería enseñarles a sus discípulos que el verdadero camino era Jesús, entonces los mandó para que ellos vieran quien era Jesús, hay otra postura, la postura de que Juan le estaba diciendo a Jesús, oye tu viniste a dar libertad a los cautivos, pero yo estoy prisionero, yo estoy cautivo, no estoy libre. Ahora, no estamos seguros de la razón por la cual Juan preguntó esto, pero si sabemos la respuesta de Jesús. La respuesta fue los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres se les anuncia la buena noticia, se les anuncia el Evangelio. Jesús no se enojó por la duda de Juan o por la duda de Sus discípulos, al contrario, respondió con amor y les mostró la verdad.

Cuantas veces no nos hemos preguntado: ¿Dios en verdad está conmigo? ¿Será que Él ha de venir o tendré que esperar a otro?

Pero déjame decirte algo, Dios no nos juzga, al contrario, Él aumenta nuestra fe y nos ayuda a ser libres de toda incredulidad.

Medita: ¿Estoy dispuesto a que Dios quite toda incredulidad de mi corazón?