Jesús y Su autoridad

Había un paralítico en la ciudad de Jerusalén desde hacía 38 años, su vida transcurría arriba de un lecho, tirado en el suelo a la vista de todos. Jesús se acercó y le dijo:¿Quieres sanarte? Levántate y camina. Al instante, el paralítico, comenzó a caminar.

Pero algunos religiosos que estaban en contra de Jesús, queriendo oponerse, ponían en duda acciones ya que fueron realizadas el día de reposo. Y viendo esto Jesús, les dijo: “No puedo hacer nada por mí mismo, sino que lo que veo hacer al Padre, eso hago”.

Muchas otras veces quisieron poner en duda la autoridad de Jesús pero la respuesta fue siempre la misma: Mi autoridad viene de hacer y obedecer a Dios, mi Padre.

En Juan 5:24 dijo: “El que escucha mis palabras y cree al que me envió, tiene vida eterna”. Pero, en el versículo 26, nos completa esa idea diciendo que Él tiene autoridad en sí mismo para dar vida.

La autoridad de Jesús, basada en hacer y obedecer a Dios Padre, es tan grande que además de sanar y curar a un enfermo, puede sacarnos de la condenación eterna y darnos un lugar junto a Él.

Dios le dio a Jesús todo poder para juzgar y toda autoridad; para que todos los que honran Su nombre, para que todos los que creen en Él, puedan ser salvados por su propio mandato, por la orden del Hijo.

Te invito a creer en esa autoridad. A leer las palabras de Jesús y creerlas, sabiendo que el Padre respalda todo lo que Su Hijo haya dicho, prometido y enseñado en los Evangelios. Porque si leemos profundamente la Biblia, veremos que dan testimonio de Jesús y de Su autoridad para darnos vida eterna.

A partir de hoy te invito a creer que no hay palabra de mayor autoridad que la de Jesús, a quien el Padre le dio toda autoridad sobre el cielo y sobre la tierra.