Haciendo IglesiaSample
¿Qué es la Iglesia?
¿Alguna vez escuchó a alguien decir: «Yo tengo una relación personal con Dios, no necesito a la Iglesia»? Sí, yo sé que algunas personas han sido lastimadas en su congregación en algún momento, pero eso no cambia el hecho de que Dios ha edificado a la Iglesia con un propósito vital para todo aquel que quiere amar y vivir en la buena voluntad de Dios.
Si el «edificio» construido por Cristo es tan importante, debemos conocer con toda claridad su naturaleza. ¿Qué es la Iglesia? ¿Es esa antigua catedral de la ciudad que visitan los turistas? ¿Es el edificio donde nos reunimos los domingos? La Biblia nos enseña que Iglesia no se conforma de ladrillos o de cemento físicos, sino de «piedras vivas», que son la comunidad de creyentes de toda la historia, personas cuyo corazón vive y palpita por Jesús. Creyentes que expresan su devoción al mostrar amor unos por otros y en una genuina y ferviente adoración a Aquel que los salvó para darles un propósito y un destino glorioso.
Ser la Iglesia es el privilegio de toda persona, sin importar su pasado, que ha puesto su confianza en Cristo Jesús para salvación. Somos injertados en esta gloriosa comunidad de creyentes cuando reconocemos con humildad nuestras faltas delante de Dios y en arrepentimiento nos volvemos a Él para vivir una vida que le glorifique.
Con tantas ideas equivocadas en el mundo de lo que es la Iglesia, quizás no has logrado dimensionar el enorme privilegio que tenemos al ser parte de ella. Al ser la Iglesia, somos receptores de un amor especial de parte de Dios a grado tal, que una de las analogías usadas en la Biblia para referirse a ella es maravillosa: «la Novia» de Cristo. Como Iglesia, gozamos de un amor fraternal entre personas que igualmente han sido renovadas en su interior por el Espíritu Santo, y sí, seguimos en un proceso de transformación. Donde seguramente todavía experimentaremos heridas y fricciones entre nosotros, pero estas son precisamente las herramientas y oportunidades que Dios va a usar para forjar en cada uno el carácter de Cristo, enseñándonos el amor incondicional y la paciencia que el mismo Jesús tuvo para con nosotros.
La próxima vez que asistas a tu congregación, pídele a Dios que te quite cualquier idea equivocada, alumbrando tus ojos para contemplar el milagro de ser parte de la comunidad en la que has sido injertado.
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About this Plan
Vivir la fe en comunidad es vital para nuestro crecimiento espiritual. Pero actualmente, mucha gente vaga separada de una iglesia en la cual pueda crecer y fortalecer sus convicciones cristianas. Por eso es bueno revisar qué entendemos por Iglesia. Inclusive si estamos bien plantados en una congregación, regresar a lo básico, a comprender qué es la Iglesia y cómo podemos participar en ella.
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