168, ¡ni más ni menos!Sample

Manténgase flexible

Cuando me convertí, era un estudiante que vivía con mis padres. Así que tenía mucho tiempo libre y lo dedicaba a buscar al Señor. También tuve tiempo para mis amigos. Estaba muy involucrado en mi iglesia. Cuando conocí a Sylvie, que se convertiría en mi esposa, empecé a pasar varias horas al día al teléfono hablando con ella. Naturalmente, el tiempo que pasaba con mis amigos disminuyó drásticamente. Cuando nos casamos, las responsabilidades del hogar nos ocuparon más tiempo, aunque yo aún era estudiante el primer año que estuvimos casados. Al año siguiente, empecé a trabajar a tiempo completo, por lo que mi trabajo llevó más tiempo. Luego servimos al Señor durante varios años antes de tener hijos. Ahora tenemos cinco hijos y mi tiempo libre ha desaparecido de la noche a la mañana.

Cuando el Señor me mostró esta visión con las canicas, me mostró que según las temporadas de mi vida, el número de macetas de canicas variaba y su capacidad cambiaba con el tiempo. Esta visión fue como la perspectiva de Dios sobre la gestión de mi tiempo.

Esto es lo que me gustaría que entendieras hoy: Dios sabe exactamente en qué temporada te encuentras y sus expectativas sobre ti se ajustan plenamente a tus responsabilidades actuales. El espíritu religioso quiere hacerte creer que debes mantener el mismo ritmo de vida hasta tu muerte en nombre de la "consagración".

Pero Dios quiere que seas flexible. Debe adaptar constantemente su horario a sus responsabilidades. Lo que ayer era una consagración puede convertirse hoy en una tontería religiosa si no se adopta la perspectiva adecuada. Por eso el salmista dijo:

"Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría." Salmos 90:12 (SG21)

La consagración sin sabiduría puede ser perjudicial.

Ser fiel no significa mantener la misma agenda, sino hacer lo que Dios espera de nosotros en la temporada en la que estamos. (Salmos 1:3)

Hay una gran diferencia entre la evolución de las expectativas de Dios sobre ti y la evolución de las necesidades, oportunidades o expectativas de las personas que te rodean.

Si esperas a que las necesidades se desvanezcan para ocuparte de tu familia, esto nunca sucederá.

Si haces las cosas con todo tu corazón, es probable que des frutos y la gente piense que eres insustituible. Pero el único lugar donde eres insustituible es en el nivel de las responsabilidades que Dios te ha confiado en tu matrimonio y en tu familia.

Así que recuerda que Dios siempre tiene un sustituto.

Por último, ten cuidado de no elegir actividades placenteras para evitar tus responsabilidades.

Dios es quien abre las puertas, pero el enemigo también sabe crear oportunidades para distraerte y desviarte de tus responsabilidades. A medida que crezcas en madurez espiritual, deberás aprender cada vez más a rechazar las oportunidades o solicitudes para mantenerte centrado en lo que Dios realmente quiere de ti. Puede que algunos se sientan decepcionados contigo, pero lo más importante es tener la aprobación de Dios y no decepcionarle.

David Théry
Enseñanzas prácticas para experimentar a Dios