El Renacer De Dos Épocas: Esperanza Sample

El levantar del techo

Dios prometió visitar de nuevo a Abraham al año siguiente y le asegura que para entonces Sara tendrá su nuevo hijo. La actitud de Sara fue de esconder su incredulidad ante ese hecho que vendría. ¿Cuántas veces no has creído en alguna visita de Dios porque se está tardando mucho en lo que te ha dicho? Porque llevas años esperando y ahora eres de mayor edad. A esa edad ya no podrás casarte, ya se te pasó la guagua (dicho popular) o no conseguirás un nuevo trabajo, no podrás hacerte cargo de tu casa, de tu ministerio, ya te sientes enfermo/a, o ya estás demasiado cansado/a.

Dios pasó la lupa a Sara y Abraham, Dios conoce todo lo que sucedería y aun así le preguntó a Abraham: ¿Porque Sara se está riendo? ¿Acaso no cree en que pueda tener un hijo a su vejez?

Dios; así mismo, anticipa desde el principio, al medio y al final de los pensamientos, acciones y palabras. Al pasar su lupa de ver las malas decisiones de la incredulidad, aun así, Dios ama, te sigue amando, aunque te corrige las acciones y palabras.

Las estadías del Espíritu Santo siempre traen consuelo, redarguyen, y dirigen la vida de las personas. Sus instrucciones son precisas, y se cumplirán al pie de la letra, como Él te lo ha dicho. Así como Dios trazó una época para los hijos de la promesa de Abraham, Él trazó otra época para ti. La visita de su Espíritu Santo te llegará y te hablará lo que hará contigo, y en tus situaciones o problemas.

Escribe tus dudas, dobla ese papel en el que pusiste tus dudas. Luego reescribe lo que Dios te ha prometido. Dios tiene la verdad, Él quiere mostrarte, déjalo hacerlo y que te lleve a su tierra de promesas. La tierra prometida no son las bendiciones solamente. Pues las bendiciones van y llegan hasta sin pedirlas, pero las promesas de Dios se dan con esfuerzos, dedicaciones y obediencias. Son impresionantes porque requieren grandes labores de nuestra parte, que si no lo hacemos no ocurren.