Llamados a crecerSample
La voluntad de Dios es nuestro crecimiento
Soy padre de tres niñas y un niño, un trabajo a tiempo completo y de por vida que amo, y por el cual doy gracias al Señor cada día. Como padre, quiero que mis hijos tengan una buena vida, que tengan sus necesidades cubiertas, que asistan a buenos colegios y que tengan una educación espiritual que los conduzca a una vida piadosa en Cristo. Quiero que mis hijos sean saludables y verlos crecer para convertirse en todo lo que Dios quiere para ellos. En esa última oración se resume todo lo demás.
Si yo, un padre terrenal, deseo esto para mis hijos, ¿cuánto más nuestro Dios deseará esto y mucho más para cada uno de nosotros? Ahora bien, para asegurarme de que mis hijos crezcan saludablemente, ellos tendrán que alimentarse bien, tener actividad física y un ambiente saludable en sentido general. Por mi parte, intento garantizar que todas esas necesidades estén cubiertas, pero mis hijos tienen que hacer su parte. Ellos deben comer lo que yo les proveo, ejercitarse y cuidar su higiene. Es un trabajo bilateral, donde cada parte hace lo que le corresponde para un fin feliz.
Como discípulos del Señor, hemos de hacer nuestra parte, ya que, desde luego, Dios hará la suya. Hemos de nutrirnos con la Palabra del Señor, ejercitarnos en la piedad, cuidar nuestra mente y nuestro corazón. Si esto hacemos, nos irá bien, creceremos paulatinamente y seremos cristianos saludables, que al margen de ser un beneficio en sí mismo, también nos permitirá ser de provecho a otros.
El crecimiento ha de ser algo constante en el tiempo e intencional de la voluntad.No se puede crecer de una vez, en un arranque feroz de buenas intenciones, es poco a poco, hasta llegar a la estatura y plenitud de Cristo (Ef. 4:13). Por lo que será necesaria la paciencia, sin la cual el camino se hará cuesta arriba. También, es de gran ayuda, ser parte de una iglesia local, donde el crecimiento ya no solo es cosa de uno, sino que es el proyecto de una comunidad de fe. Ayudándonos unos a otros, se hace más fácil el camino. Dios estará en cada tramo, él desea nuestro desarrollo y velará por nosotros para que lo consigamos en su nombre.
About this Plan
El crecimiento cristiano es sinónimo de salud espiritual. Si no estamos creciendo y alcanzando de a poco la estatura de Cristo es porque algo estamos haciendo mal. Hay que detenerse, revisar cómo estamos y tomar decisiones pertinentes que nos acerquen al Señor, la fuente de nuestro crecimiento. En este plan te animo a ello.
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