Invitados Por JesúsSample

Invitados al camino

Cuando hablamos de caminos podemos referirnos a caminos estrictamente físicos, es decir hablar de forma literal, o a caminos espirituales. De modo que, si hablamos de forma literal podemos decir que hay diversidad de caminos, tales como: caminos hermosos adornados por flores, accesibles, fáciles de caminar por ellos.

Por el contrario, hay otros caminos que son desérticos, polvorientos, pedregosos, y muy peligrosos. Es altamente probable que en algún momento de nuestras vidas hayamos caminado por alguno de ellos.

Por otro lado, tenemos los caminos de naturaleza espiritual, y la Biblia nos habla acerca de ellos. Todos ellos tienen solo dos vertientes, unos llevan a la vida y los otros a la muerte. Es un final o el otro. Así que encontramos caminos de rectitud, camino eterno, caminos deleitosos, los caminos de Dios, camino de vida, caminos derechos, camino de la justicia, camino de paz, y todos ellos conducen a la vida.

También la Biblia nos habla de caminos de perversidad, y de caminos que son inestables, que engañan, que son de muerte, torcidos, de pecadores, de los malos caminos y de sendas tenebrosas, y todos ellos conducen a la muerte.

Acordémonos de las palabras de Josué al pueblo de Israel cuando puso ante la mesa dos caminos, y les dijo: “escogeos hoy a quién sirváis" (Jos. 24:15). La realidad es que puso delante de ellos las únicas dos opciones que existen, servir a Dios o no servirle.

Mucho más impactante es escuchar a Dios mismo poniendo ante Israel esos dos caminos, “Así ha dicho Jehová´: He aquí pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte" (Jer. 21:8). En realidad es la elección más trascendental y al mismo tiempo ineludible, que todos los seres humanos tenemos que hacer. Es innegable que los pasos que damos en la vida evidencian el camino que hemos escogido.

Cuando Jesús dijo a sus discípulos: “Yo soy el camino, la Verdad y la Vida”, les estaba hablando de que sólo Él les conducía al Padre. La realidad es que el enemigo se ha encargado de engañar a la humanidad haciéndole creer que las buenas obras, los rituales y la religión,les garantiza el cielo. Esto lo vemos con mucha claridad cuando leemos en Proverbios: “Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte" (16:25).

Si estamos en Jesús, si hemos creído que es nuestro Salvador y que hemos sido redimidos y perdonados por el derramamiento de su sangre en la cruz, estamos en el camino de Vida. Hemos escogido servir al Señor y Cristo nos ha llevado al Padre, dándonos el extraordinario privilegio de ser hijos. Hemos recibido y aceptado su invitación.