La Batalla De La Mujer Por La GraciaSample
La gracia de Dios cancela nuestro pecado
¿Con cuánta frecuencia escuchamos a alguien decir: «Te puedo perdonar, pero nunca olvidaré lo que hiciste»? ¿Qué significa esto? Significa que a la persona que cometió la falta siempre se le identificará por esa falta. Quizá no tenga que pagar el precio, pero la mancha siembre será visible. ¡No es así con Dios! Él promete perdonar nuestros pecados y no volver a traerlos a la memoria. Al profetizar del Nuevo Pacto que Dios haría por medio del Mesías, el profeta Jeremías menciona esta maravillosa provisión: «Yo les perdonaré su iniquidad, y nunca más me acordaré de sus pecados»(Jeremías 31:34). Es maravilloso que nuestra deuda por el pecado sea cancelada y pagada por completo. Es aún más glorioso nunca más vernos asociados a ese pecado.
De niña, tuve el privilegio de escuchar a Corrie ten Boom hablar desde el púlpito del santuario principal en la iglesia de mi padre. Fue la cristiana holandesa que ayudó a muchos judíos a escapar del Holocausto nazi durante la Segunda Guerra Mundial escondiéndolos en su closet, y luego la encarcelaron. Para ella era común venir a la iglesia y sentarse en el primer banco. Cada vez que mi padre la veía, sabía que tenía una palabra para la congregación e inevitablemente la invitaba subir al púlpito y hablar.
Corrie nos recordó en más de una ocasión la divina facultad de Dios de «no acordarse de nuestros pecados», citando a Miqueas 7:18-19: «¿Qué Dios hay como tú, que perdona la iniquidad y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad? No persistirá en su ira para siempre, porque se complace en la misericordia. Volverá a compadecerse de nosotros, hollará nuestras iniquidades. Sí, arrojarás a las profundidades del mar todos nuestros pecados». Después de leer este pasaje bíblico, ella miraba a todos los que estaban congregados y anunciaba: «Dios arroja nuestro pecado alfondo del mar y pone un cartel que dice: “¡Prohibido pescar!”».
Dios se resiste a identificarnos por nuestro pasado. Él hace nuevas todas las cosas. Nos da un comienzo nuevo y brillante. No solo se canceló la deuda del pecado, sino que se olvidaron nuestras maldades. Esa es la gracia maravillosa del Señor, ¿No vale la pena luchar por semejante gracia que nos da una nueva identidad?
Oración
Jesús, gracias por que a través de tu muerte hoy recibo el perdón de mis pecados y la libertad que solamente puedo experimentar en ti y a través de ti. Permite que mis ojos no regresen a ese pasado, y que pueda ver siempre el nuevo camino que has trazado para mí. Amén.
Este contenido ha sido extraído del libro «La batalla de la mujer por la gracia» de Editorial Unilit. Para más información visita: https://www.editorialunilit.com/la-batalla-de-la-mujer-por-la-gracia
Scripture
About this Plan
La batalla de la mujer por la gracia es una batalla que vale la pena librar, especialmente cuando la culpa nos hace la guerra por nuestras imperfecciones. En este plan descubrirás como la gracia es más sencilla y más profunda, de lo que crees. Sabrás como este recurso que salva y sostienes la vida puede ser tu motivación y medio para vivir en libertad hoy.
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